- Martín Berasategui se emociona al hablar de su padre
- Los Hermanos Torres sobre el plato que siempre está en su menú
- El chef José Andrés defiende la cocina española en Estados Unidos: "Las croquetas son la forma en la que mi madre nos demostraba que nos quería"
Algunos chefs, como Alberto Chicote, terminan en el mundo de la cocina por azares del destino ("no sé muy bien por qué demonios le pregunté: '¿y si yo quisiese estudiar cocina?' En mi familia no había nadie que se dedicase a la hostelería, ni siquiera éramos usuarios de hostelería... En mi casa se salía para comer como en la BBC, bodas bautizos y comuniones"). Otros, como Martín Berasategui, han mamado la restauración desde pequeños, viendo los fogones arder en los bodegones familiares. Lo mismo le ocurre a Pepe Rodríguez.
Valentina y Romana (abuela y tía abuela de Pepe) fueron las primeras en guisar el legado familiar con una casa de comidas que abrieron para quitar el hambre durante la guerra, allá en el año 34: "venta, mesón, tasca... Allí cocinaban mi abuela y una hermana suya, tenían buena mano porque eran guisanderas y hacían buenas perdices en escabeche", cuenta en 'El Faro' de Cadena Ser, con Mara Torres.
Valentina y Romana cerró, pero en los años 70 la madre del chef vuelve a abrir sus puertas para convertirlo en, ya sí, un mesón con todas sus letras. Entre platos, ollas y cuchillos, un joven Pepe hacía los deberes sin imaginar que unos años después ese mismo entorno sería su lugar de trabajo: "En esa mesa de madera ocurría todo. Allí emplataban, cortaban, picaban, ponían todo el género, comíamos nosotros, hacía los deberes... Todo ocurría ahí. Era el corazón de aquello".
Aunque aquel restaurante donde creció lo montó su madre por pura necesidad ("mi madre montó un restaurante para salvar a sus hijos del caos. 'Aquí no entra un duro, vamos a montar algo'") y 'El Bohío' es fruto de la verdadera pasión, ambos emanan la cultura del esfuerzo en cada rincón. El reconocimiento llega en 1999, cuando 'El Bohío' recibe su primera estrella Michelin y lo posiciona como uno de los restaurantes más importantes de Castilla La Mancha y alrededores, el segundo de la zona en conseguir dicho galardón.
Lucía Ruiz estudió Relaciones Internacionales y Comunicación y ahora continúa formándose con un Máster de Marketing de Moda. Escribe para aterrizar, para recordar, para existir. Es su manera de dar forma a la vida, de hacerla real. Por eso anota todo aquello que le hace feliz: la comida, los viajes y las nuevas experiencias no pueden faltar en la lista.