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Londres vuelve a ser plató de cine este año con el estreno de Mad About the Boy, la nueva película de la saga de Bridget Jones. Para quienes somos fans de esta icónica antiheroína, siempre es un buen momento para revivir sus aventuras, sus desventuras amorosas y, por supuesto, sus escenarios más emblemáticos. Y si hablamos de lugares que marcaron la historia de Bridget, el londinense Borough Market tiene que estar en el top, porque es, nada más y nada menos, el vecindario de su famoso apartamento.
Porque este icónico y transitado mercado tiene mucho que ver en la saga. Es donde Bridget hace la compra, por donde pasea en varias escenas y donde, justo al girar la esquina, se encuentra la puerta azul de su casa, donde tantas veces la hemos visto y que, en realidad, es parte del pub The Globe Tavern. Por si os lo preguntabais y os sonaba en la zona, sí, el wine bar Bedales of Borough es el que hace de restaurante griego donde Mark y Daniel protagonizaron su pelea más desastrosa, terminando saliendo por la ventana hacia la calle.
Sea como fuere, este icono londinense no solo forma parte del universo de Bridget, sino que también es uno de los mercados más antiguos, apetecibles e imprescindibles de la ciudad. Y eso que parte de su fama sí que se debe a estas películas, porque desde que Bridget se instaló en sus calles, Borough se puso más de moda que nunca. En nuestro reportaje sobre El Londres de Bridget Jones te lo contábamos: "Cuando rodamos la primera película, Borough Market no era una gran zona. Quince años después, el pub encima del que vive Jones sigue allí, pero la zona ha mejorado muchísimo. Sigue siendo un barrio divertido, sin grandes pretensiones, pero ahora es próspero. Nos pareció interesante que aún viviera en un mundo que había cambiado tanto", explicaba el diseñador de producción.
El 14 de febrero se estrena esta nueva entrega, en la que Bridget navega por su vida como viuda (un requiem por Mark Darcy) y madre soltera, apoyada por su familia, sus amigos y su antiguo amante, Daniel Cleaver. Así que no se nos ocurre plan mejor para celebrar la nueva entrega de la saga que ponernos en la piel de Bridget por un día: comprar aquí, tomar un café allá y, si la cosa se pone triste, arrasar con dulces y demás delicias.
Un mercado emblemático
Borough Market lleva más de 1000 años -que se dice pronto- siendo uno de los centros gastronómicos más importantes de Londres. Sus orígenes se remontan al siglo XI, cuando era un mercado al aire libre donde los comerciantes vendían productos a los viajeros que cruzaban el Puente de Londres. Ubicado estratégicamente en Southwark, se convirtió en un punto neurálgico para el comercio medieval, atrayendo a agricultores y productores de toda la región.
En 1756, fue oficialmente establecido como un mercado gestionado por un grupo de comerciantes locales para regular su actividad y preservar su legado. Ya en el siglo XIX, Borough Market floreció como un mercado mayorista que abastecía a toda la ciudad, pero enfrentó retos con el paso del tiempo debido a la industrialización y la apertura de otros mercados.
A finales del XX entró en declive, pero su renacimiento llegó en los años 90 gracias a la llegada de productores artesanales que buscaron devolverle su esplendor. Este movimiento lo transformó en un mercado minorista donde solo pueden venderse alimentos de alta calidad, elaborados por pequeños productores.
¿Qué puestos no te puedes perder?
El mercado tiene, a día de hoy, más de 100 puestos diferentes, y visitarlo puede resultar abrumador. ¿Qué elijo? ¿Qué está rico? Todo merece una parada y, lo bueno, es que puedes conocerlos en distintas ocasiones. Pero para sacarle todo el jugo a esta maravilla londinense, aquí tienes una ruta con los puestos gastronómicos que no te puedes perder.
¿Empezamos con algo muy típico inglés? El té, por supuesto. En Borough Market encontrarás Tea2You, fundado por Ratan Mondal, quien ha dedicado su vida a traer las mejores hojas de té de espectaculares y especiales plantaciones del noreste de la India. Si te gusta el té, su puesto es un oasis, con cientos de referencias. Tiene tés blancos, negros, rojos... Y también Oolong, el clásico English Breakfast o el codiciado Darjeeling. Los puedes tomar allí mismo o comprar para llevar a casa. Incluso han seducido a la realeza british, y en el puesto cuentan con fotos de la visita del Rey Carlos y Camila.
Si eres más de café, otro imprescindible para comenzar el día es Monmouth Coffee Company, un clásico indiscutible, ya que fue de los primeros minoristas que llegó al mercado con su resurgimiento en los años 90. Fundada en 1978, esta empresa pionera en el tostado artesanal en la cercana Bermondsey, sigue siendo un favorito gracias a su dedicación al café de origen único. Lo venden en grano o molido, y en su zona de cafetería podrás probar un café de filtro memorable.
¿Algo dulce para acompañar el té y el café? No se me ocurre mejor forma de hacerlo que con un donut. Pero uno de calidad, por supuesto. Lo encontrarás en Bread Ahead Bakery, cuyos donuts, especialmente el de crema de vainilla y el de mermelada de frambuesa, son legendarios. Si te apetece algo más atrevido, siempre puedes probar el nuevo donut crème brûlée, relleno de una rica crema de pistacho, con sabor a nuez y cubierto con azúcar caramelizado que se quema. ¡Una maravilla!
Y del dulce -no es el último que tomaremos-, pasamos al salado. ¿Te gusta el queso? Pues de ahí, dirígete a Trethowan’s Dairy, un negocio familiar liderado por los hermanos Todd y Morgan Trethowan. Originarios de Gales, estos artesanos del queso se especializan en variedades como su renombrado -y premiado- Pitchfork Cheddar, el Caerphilly, elaborado con leche cruda de vaca, o una delicia propia del Reino Unido, el Stichelton, un queso azul irresistible. Su compromiso con la producción sostenible y de alta calidad los ha convertido en un referente.
En tu camino, no te pierdas The Parma Ham and Mozzarella Stand, dirigido por la familia Crouch, un equipo apasionado por traer lo mejor de Italia a Londres: jamones de Parma, salami y una mozzarella de búfala que son auténticas joyas gastronómicas para cualquier foodie.
Si te apetece algo más fresco, las ostras de Richard Haward’s Oysters son una parada obligatoria. La familia Haward lleva cultivando ostras en Essex desde el siglo XVIII, y Richard, la séptima generación, mantiene viva esta tradición con productos fresquísimos que abren al momento y sirven con el aderezo que prefieras.
A partir de aquí, y si buscas algo más contundente, puedes pasar por The Black Pig, donde preparan suculentos sándwiches con carne de cerdo asada (pulled pork) como ingrediente principal, o hacerlo por Northfield Farm, para un bocadillo de pastrami. Ginger Pig tampoco defrauda, ya que elaboran un fantástico sausage roll, de los mejores de Londres.
¿Última parada dulce? Dos mejor que una. La primera es Turnips, un negocio familiar conocido por sus frutas frescas y, más recientemente, por sus fresas cubiertas de chocolate, que se han vuelto virales en redes sociales. La segunda es Humble Crumble, donde preparan tazas rellenas de crumble con frutas como manzana y canela o melocotón, arándanos y naranja, para terminarlas con toppings como natillas y pétalos de rosa.
Y junto a ellos, infinitud de puestos donde probar mil y una delicias. Siempre puedes conocerlo a tu ritmo, pero si prefieres una experiencia guiada y no perder detalle, el mercado organiza tours oficiales como los de Totally Tailored, que te llevarán a descubrir su historia, sus secretos y sus sabores más emblemáticos.