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En un Madrid en plena ebullición en el que se suceden aperturas, que, por supuesto, no todas merecen la pena, hemos descubierto un concepto que llega a la capital para quedarse. Sus ideólogos son los propietarios de la maravillosa y auténtica pizzería que es Fratelli Figurato, una pizzería de barrio considerada la décima mejor de Europa y la número 40 en el ránking mundial, y de Trattoria Popolare. Como curiosidad, hay que explicar que tal era la pasión de los Figurato por la cocina que un buen día decidieron dejar sus carreras en marketing y business para seguir su gran sueño: mostrarnos cómo es y a qué sabe la pizza napolitana, la pasta fresca y las recetas más tradicionales de las abuelas italianas. Y lo están consiguiendo a base de buenos proyectos donde disfrutar de la cocina napolitana más auténtica. Es Pizzería Friggitoria.
Sus fundadores lo que proponen con este nuevo proyecto es comer con las manos, bocados elaborados con mimo y con las mejores materias primas, que los convierten en manjares tan únicos, que únicamente es posible degustar en este templo informal del buen comer.
En este nuevo proyecto gastro de los hermanos Figurato, Vittorio y Riccardo nos pone al alcande de la mano el verdadero “street food” napolitano. ¿Cómo? Con elaboraciones callejeras fritas con las que es posible disfrutar tanto como entrante en una pizzería o para ir comiendo mientras callejeas por Madrid.
La fritura napolitana, protagonista
Pizzería Friggitoria es un establecimiento que no tiene nada que ver, en cuanto a decoración y propuesta culinaria, con el resto de los locales de los hermanos Figurato “porque nos divertimos mucho diseñando desde cero cada espacio”, explica Vittorio durante nuestro encuentro en Avenida de Filipinas 14, dond se ubica Friggitoria.
Como te hemos anunciado, aquí la fritura es la protagonista, cuyos ingredientes principales son el arroz y la pasta: “La fritura napolitana, como la española, es un plato pobre e humilde, pero la creatividad ayuda a que se convierta en un bocado delicioso”, prosigue Vittorio. De hecho, hay que saber que con arroz se hacen los famosos arancini, que en cada región italiana se llaman de una manera. En Roma, reciben el nombre de “supplí al teléfono” y que en nuestra visita degustamos. Es una bolita de arroz frita y condimentada con salsa de tomate, con carne picada dentro y mozzarel; explica Vittorio que la preparación tiene una forma ligeramente aplastada y “se llama “al teléfono” porque al cortar en dos la pieza se estira toda la mozzarela fundida y parece el hilo del teléfono”.
Los arancini, que puedes desfrutar en Friggitoria, fue un manjar que antecedió al “crocché di patate”, una croqueta de patata sin bechamel, pero con mucha pimienta negra, perejil, mantequilla y provola ahumada, que se reboza y se fríe. Otro buen bocado tierno por dentro y crujiente por fuera: “Es una receta que muestra que la cocina española y la napolitana se parecen”, prosigue Vittorio. Por eso también la tienen en este nuevo restaurante.
La delicia de aprovechamiento donde las haya, ya que se hace con la pasta sobrante, llega a otro de los plaros de la carta de Friggitoria como la denominada “Frittatina di pasta classica”. Es un pequeño timbal de pasta “bucatini” con bechamel, carne picada y guisantes. La hempos probado y nos gustó tanto como las tan típicas “patatine fritte cacio, pepe e limone”, unas patatas cortadas en rodajas y fritas, que probamos con muchísimo pecorino romano, pimienta negra y una rodajita de limón: “La nuestra es una cocina del recuerdo tradicional. Por eso, hacemos los platos que nos recuerdan a nuestra infancia”, continúa al tiempo que nos cuenta que en uno de sus tantos viajes a Nápoles fueron conscientes de que realmente “Nápoles huele a fritura.
En cualquier momento del día hay gente friendo en las callecitas del centro de Nápoles. Por eso, decidimos rendir un homenaje en Madrid a estas elaboraciones que son tan importantes para nosotros abriendo un local especializado, ya que es un concepto que aquí no existe”, añade orgulloso Vittorio.
Además de descubrir la fritura napolitana, para cuya elaboración emplean aceite de girasol, Vittorio nos llevó de viaje a su tierra ante una pizza frita, una novedad capitalina que nosotros habíamos probado durante la visita a Madrid del chef Franco Pepe. Dicho esto, nos decantamos por la “Il Pallone di Maradona. A la mesa llega una pelota hinchada y frita, que, al cortarla con las tijeras empieza a perder todo el vapor. Está rellena de ricotta, pimienta negra, provola ahumada y chicharrones napolitanos: “En Nápoles, hay pizzerías en las que sólo se sirve pizzas fritas y cerveza”, se deja caer en la mesa.
Si compartís entre amigas, la “Montanara in 2 cotture” es la perfecta elección. Se hace a partir de una doble cocción, ya que primero se fríe y se termina en el horno, ya que así se consigue secar todo el exceso del aceite gracias al calor del horno. El chef la culmina con una salsa de tomatitos “datterini” sicilianos asados, provola ahumada, tomates cherry confit, parmigiano reggiano, orégano y albahaca.
La carta también anuncia 11 pizzas al horno, varias de ellas ideadas con ingredientes de temporada. La recomendación es compartirlas para probar varias opciones. ¿Más cosas ricas? La “Sole, Mare e “nduja”, porque te entusiasmará la salsa de tomate “nduja” y, además, lleva calabrese semi-picante (embutido similar a la sobrasada), stracciatella de burrata, “peperoncini verdi” fritos, aceite de oliva virgen extra bio y albahaca.
Fritura hasta en los postres
La fritura es la clave de Friggitoria, y llega hasta en los postres. Entre ellos, rendiros ante una gocha bomba de Nutella, tributo al “street food” más goloso de Nápoles. Es una masa de patata y harina frita rellena de la citada crema de chocolate coronada con azúcar en el exterior. Un dulce tan típico del sur de Italia, que, incluso, es muy fácil poderlo adquirir en la playa y comerlo tras un agradable baño en el mar.
Ojo, porque si sois poco de chocolate, también la hacen con crema pastelera y guindas en almíbar que es muy top. Lo suyo es pedir varios dulces y compartirlos para así probar cuantos más mejor. Comed sin remordimiento y disfrutar por que la “Caprese al cioccolato bianco”, es decir la tarta típica de almendras con limón y chocolate blanco, es otra perdición a tener en cuenta, lo mismo que el “tiramisú della mama”, capricho dulce que nos quedamos sin probar, así que ya tenemos una excusa para volver muy pronto.