Cuando las estrellas internacionales y de renombre llegan a un restaurante de nuestro país, sabes que el espacio es bueno, merece la pena y que estás dispuesto a ponerte en lista de espera para experimentar los mismo sabores y sensaciones que ellos sintieron. El restaurante Amar Barcelona ha sido el último en conquistar el paladar de Barack Obama, Bruce Springsteen y Steven Spielberg. Te contamos por qué.

104 años de historia y vida residen en el emblemático hotel El Palace Barcelona, donde grandes personajes se han hospedado y donde recientemente, el restaurante Amar Barcelona de Rafael Zafra, desde 2022 recibe a comensales de todas partes del mundo, del caché del ex presidente, leyenda de la música y director de cine estadounidenses.

Amar Barcelona viene de la unión entre modernidad e historia, del amor por la ciudad catalana, y del amor por los productos del mar, porque tal y como describen, "amar Barcelona es amar el mar, el Mediterráneo, nuestras culturas y tradiciones", pero siempre teniendo presente los orígenes sevillanos de su creador y la trayectoria de sus hermanos lejanos Estimar Barcelona y Estimar Madrid.

Pasión por el producto, el mar y el prestigio de los ingredientes

Todo buen restaurante tiene una vértebra que conduce, equilibra y endurece la filosofía de la casa. Amar Barcelona conquista por la calidad de los productos, sobre todo por el cuidado del producto del mar, siendo el eje de toda su cocina, donde los "fetiches" de Zafra se ven reflejados: el caviar y las ostras, con guiños a los clásicos de la cocina tradicional catalana.

Los platos que se encuentren en la carta dependen de la estacionalidad, origen y temporada de los productos, siendo cuidados al milímetro, para ofrecer la mayor calidad posible. En cuanto al cocinado, la cocción baila desde crudos al marinado, pasando por vapor, guisos y fritos hasta llegar a lo más alto y especial, la brasa.

Historia reciente y pasada

La innovación de los platos y la tradición de recuperar productos de calidad se fusionan y se ven plasmados en el ambiente y decoración del restaurante. El interiorismo creado por Elena Prats y Eva Pous es el resultado de la unión entre la historia del edificio emblemático y matices actuales y modernos.

El azul y el dorado en honor a esa época de entornos palaciegos y lujosos, contando con lámparas de lágrimas y un túnel que dirige al espacio rodeado de vitrinas que dejan a la vista al comensal las joyas de producto que podrán degustar.

Toda una experiencia de modernidad e historia que conviven por una única pasión: el sabor mediterráneo al que Obama, Spielberg y Springsteen han caído rendidos.