Lo habrás leído miles de veces y quizás nunca has llegado a entender muy bien a qué se refiere (¿por qué es tan importante que María que se meta en el baño?). Hacer salsas, preparar conservas, derretir chocolate...Algunos de los platos más deliciosos de la gastronomía global implican este método de cocinado. Como no queremos que descartes ninguna receta, te traemos las claves para entender qué es el baño María, en qué momento utilizarlo y de qué manera.

El baño María es un método para cocer, de forma gradual y sin mucha intensidad, el ingrediente en cuestión. En otras palabras: para calentar un alimento indirectamente sin que se queme. ¿Qué necesitamos? Dos recipientes: uno mayor que contendrá el agua hirviendo y otro pequeño, que guardará el mejunje.

Es tan sencillo como llenar de agua un 1/4 del cazo que va a estar en contacto directo con el fuego. Es importante no excederse con la cantidad de agua para que no salpique y estropee el alimento. Una vez que rompa a hervir, hay que colocar dentro de este recipiente uno de menor tamaño que contenga el alimento al que queremos aplicarle la técnica (chocolate, mantequilla, salsa...). Este envase (el que acoge la ración) sí que puede ser de silicona o plástico, pues no se derretirá con el calor.

baño maría
Plató Hearst

Aunque cuando nos imaginamos este sistema pensamos en el fuego (quizás incluso en una adorable abuelita frente a un hornillo, removiendo el preparado con una paleta de madera), lo cierto es que el baño María también se puede conseguir con el horno. Para ello, colocamos la bandeja de horno en el centro y vertemos agua en su interior. Encima situamos un molde de horno con el alimento. Hay que tener en cuenta que si el recipiente con el agua es de hierro o de vidrio el baño María llegará a los 87 y los 83º C respectivamente, mientras que si es de acero inoxidable alcanzará los 80º.

Tip para identificar en qué momento podemos retirar del fuego: introducimos un palillo en la preparación; si al sacarlo está limpio y no se queda pegado, es que la textura ya es uniforme y podemos sacarla del horno.

Ya no hay excusa. Si terminabas desechando esa deliciosa receta de flan porque su preparación incluía baño María y sonaba difícil, demostrada queda su sencillez. Experimenta, tírate a la piscina (o al baño) y sorprende con un manjar casero.

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Lucía Ruiz estudió Relaciones Internacionales y Comunicación y ahora continúa formándose con un Máster de Marketing de Moda. Escribe para aterrizar, para recordar, para existir. Es su manera de dar forma a la vida, de hacerla real. Por eso anota todo aquello que le hace feliz: la comida, los viajes y las nuevas experiencias no pueden faltar en la lista.