Skip to Content

8 bares de Madrid en los que disfrutar del aperitivo y amar la vuelta a la rutina

Este otoño el mejor plan es pasar los mediodías acodados en las barras de uno de estos ocho bares.

Por
casa macareno bares para el aperitivo en madrid
Casa Macareno

Volvemos a la ciudad, retomamos la rutina y nos reencontramos con nuestra gente. El comienzo de curso no tiene por qué ser traumático y sí puede ser motivador. Nuevos proyectos, nuevas ilusiones, continuar con las que teníamos y hacerlo con las pilas cargadas tras las vacaciones. Además, volvemos a las buenas costumbres que nos alegran las semanas, una de las cuales es, sin duda, la del aperitivo –para muchos, sagrado–. Una forma única de abrir el apetito y de hacerlo de la mano de una buena conversación; la tertulia del aperitivo la llaman.

“Decía cierto amigo mío que en un barril de manzanilla había más palabras que en el Diccionario de la Lengua”. Más y Prat

Unas cañas, un vermú, unos yayos, un Aperol Spritz y, para los más atrevidos, un dry martini o americano, en compañía de unas gildas, ensaladilla, croquetas, bravas o calamares, tienen la facultad de hacernos reconciliar con el mundo. Y es que el aperitivo tiene ese ‘algo’ tan especial que a veces se estira y estira hasta convertirse en la propia comida. Porque no nos queremos ir de ese bar o taberna, no queremos abandonar ese estado de bienestar que nos da un mediodía al sol con nada más que hacer que pedir una ronda tras otra.

“La vida pasa y ya vemos cómo estaba llena de aperitivos resueltos en el paso de la brisa de un campari como quien dice sí a todo”. Ignacio Peyró

Así que lo mejor será perderse en uno de estos 8 bares en los que el aperitivo es toda una religión.

Arima

Ellos han hecho famoso el ‘vermuteke’, las sesiones de vermú del fin de semana en las que corre la bebida estrella del aperitivo (tienen más de 30 referencias), y muchas otras. Teniendo en cuenta que el alma de Arima es vasca, no podía faltar otro de los bocados por excelencia, la gilda, que ellos preparan con mahonesa de piparras en pan soplado (tienen también la tradicional). Tampoco falta la morcilla de Beasain, el bocatín donostiarra con bonito, mahonesa, anchoa y piparra, o las piparras fritas en temporada. Además, aquí siempre se come escuchando buena música.

Ponzano, 51 (Madrid).

Bodegas El Maño

platos de bodegas el maño
Bodegas El Maño

Todo lo que toca o visita Rosalía, se populariza. Ocurrió con el amor por el aguachile, con el restaurante Sacha donde cenó durante su gira, y con Bodegas El Maño. Esta taberna situada a pocos pasos de la plaza de las Comendadoras –donde hay otro imprescindible, El Cangrejero–, se abrió en 1927 y fue bautizada así en honor a dos aragoneses que a comienzo del siglo pasado abrieron nueve bodegas especializadas en el vino de Cariñena, de nombre “El Maño”. Esos techos altos, la barra de mármol y los ventiladores girando son el sueño de cualquier romántico. Los boquerones en vinagre o la ensaladilla rusa “El Maño”, el de cualquier amante del aperitivo.

Palma, 64 (Madrid).

Publicidad - Sigue leyendo debajo

Casa Macareno

la barra de casa macareno
Casa Macareno

En hora punta no cabe un alfiler, por eso te recomendamos llegar un poquito antes (sobre las 12) o reservar su preciosa mesa junto a la ventana. Y es que los chicos del Macareno lo hacen muy bien: reciben siempre con una sonrisa y buen rollo, tiran las cañas con gracia, sirven el vermú con cariño y siempre te preguntarán qué tapa prefieres ­–las patatas ali-oli son un vicio–. Casa Macareno es especial y es que cuando descubres que Pepe Roch (Café Comercial) está detrás, lo entiendes todo. Cuando el apetito llame a la puerta, será el momento de satisfacerlo con las bravas (imprescindibles), un salmorejo cordobés o el matrimonio de sardinas con tomate feo.

San Vicente Ferrer, 44 (Madrid).

El Doble

Es una institución del aperitivo en Madrid a la que reconoceréis por su fachada de azulejos pintados en tonos amarillos, blancos y azules. Dentro, puede pasar cualquier cosa, siempre buena, siempre divertida. Llevan tirando cervezas desde 1987 y lo hacen con maestría porque los vasos rebosantes vuelan de un lado al otro del local. Aquí la vida transcurre entre raciones de gambas cocidas, patatas fritas a la inglesa o salpicón de pulpo. Y la vida es la de siempre, de esa en la que no existe el móvil y sí la picaresca, la broma y el bonito gesto de apretujarse para que quien acaba de llegar encuentre también su sitio.

Ponzano, 58 (Madrid).

Publicidad - Sigue leyendo debajo

Hermanos Vinagre

bar hermanos vinagre madrid
Hermanos Vinagre

Eso que comentábamos sobre aperitivos que se convierten en comidas es lo que muy probablemente ocurra cuando cruces la puerta de cualquiera de las tres sedes de Hermanos Vinagre. Primero te llega el vermú preparado bajo una receta sorpresa y acompañado de una bolsa de patatas fritas todavía calientes. Después, te animarás con la segunda ronda, pero sabiendo que ya hay que ir llenando el buche, así que te decantarás por una de sus conservas de elaboración propia (llegan de Boadilla del Monte): mejillones en escabeche ahumado y anchoas con su tostadita de pan y mantequilla. Desde ese momento serás preso de sus cuatro paredes y el resto de la tarde transcurrirá entre vasos llenos y, por ejemplo, atún fresco con almendras, chicharrones de Cádiz y, para rematar, un flan de huevo y vainilla. Pero ¿qué hora es?

Cardenal Cisneros, 26 / Narváez, 58 / Gravina, 17 (Madrid).

Bar Cruz - La Casa de las Navajas

Si hay Rastro, hay Casa de las Navajas. Empezaron a tirar cañas allá por el 1970 y desde entonces no han parado. Continúa al frente la misma saga familiar –los Martínez de Tejada–, que trabaja con ritmo y tesón detrás de esa barra de acero inoxidable. Siempre miran con el rabillo del ojo la puerta para que nadie se quede sin sitio, porque lo habitual es que te griten que al fondo hay un hueco. Hay pocos lugares más castizos que este. No te puedes ir de aquí sin probar los champiñones rellenos, las bravas con salsa secreta, las zamburiñas y, por supuesto, las navajas a la plancha con su ajito y perejil.

Plaza del Cascorro, 19 (Madrid).

Publicidad - Sigue leyendo debajo

La Mina

Su terraza es el sitio perfecto para pasar ratos inolvidables y dejar a un lado el reloj y las obligaciones. Eso sí, como ocurría con Casa Macareno, será mejor asegurarse sitio con una reserva previa. De nuevo, este templo del aperitivo lleva alegrando los mediodías a los madrileños desde hace mucho, porque fue en 1949 cuando abrió sus puertas por primera vez. Es un lugar auténtico, donde reina la alegría y donde Chamberí se ve especialmente bonito. Si te gusta el pincho moruno, este es tu lugar, bueno, y también si te pirran las gambas a la plancha, las croquetas, los boquerones, las conservas…

General Álvarez de Castro, 8 (Madrid).

Viva Madrid

terraza de viva madrid
Viva Madrid

Se ubica en uno de los locales con más solera de Madrid, que ya es decir, y en uno de los barrios más mágicos, el de las Letras. No hay nada como pasear entre sus calles y hacer un alto en el camino en Viva Madrid, sobre todo si te van los cócteles, para seguir caminando después, pero más feliz. El culpable de dar vida a esta taberna inusual es el barman Diego Cabrera (Salmón Gurú), quien quería recuperar antiguas tradiciones en torno al aperitivo. De ahí que te puedas tomar la media combinación clásica, cubana (con Curaçao y hierbabuena) o blanca (con amargo de naranja y sirope de piña). Además, varias banderillas, embutidos, conservas y el Gran Pepito de Dieguito.

Manuel Fernández y González, 7 (Madrid).

Headshot of Victoria Bravo

Cree que hay pocas cosas comparables a la satisfacción que se siente tras haber comido y bebido bien, y es que no hay que pasar por alto el poder qu e tiene la buena mesa; ni el de las manos expertas que, desde la cocina, nos hacen felices, o el de una buena conversación de sobremesa que te ancla a la silla y a la vida.   

Fue durante su estancia en Londres, hace ya 13 años, cuando le picó el gusanillo del periodismo gastronómico y desde entonces ese fuego no se ha apagado. Empezó colaborando en la revista HSM, después en El Duende, donde sigue escribiendo a día de hoy, le siguieron la revista GQ, Tapas y Elle Gourmet. Pero no sólo escribiendo, también ha experimentado con el periodismo radiofónico colaborando en Radio Euskadi y ha aprendido cómo funciona todo desde el otro lado en una agencia de comunicación.   

Un restaurante con alma, personas comprometidas que portan miradas rebosantes de vocación, oficios necesarios que se ejercen fuera de los focos y de la fama, las cocinas lejanas pero también las de nuestra memoria, la voz de la experiencia y el crujir de la juventud... Esas son las historias que le gusta contar.

VER VÍDEO 
casa macareno bares para el aperitivo en madrid
Page was generated in 1.6785938739777