Restaurantes a los que tienes que ir por el postre

Para muchos la de La Viña es la mejor tarta de queso del mundo, nos incluimos en esa lista de fanáticos. Siempre que vamos de pintxos a San Sebastián terminamos con una visita a su barra para disfrutarla. Tenemos que reconocer que encargamos una para llevarnos cuando regresamos a casa del viaje.

Treinta y Uno de Agosto, 3 (San Sebastián).

Cuando Cristina Oria abrió su propio restaurante nos moríamos por ir a probar la carta de salados, especialmente los platos que hace con su famoso foie micuit. Pero ahora cada vez que vamos no podemos resistirnos a la deliciosa tarta de limón que prepara.

Conde de Aranda, 6 (Madrid).

Los hermanos Colombo han conseguido que su restaurante Xemei sea un templo de peregrinación para los fieles seguidores del arte del buen comer en Barcelona. Aunque no podríamos quedarnos únicamente con uno de sus platos salados, con el postre lo tenemos claro, el mejor es el tiramisú.

Paseo de la Exposición, 85 (Barcelona).

Aunque nos encanta el menú degustación con estrella Michelin de Manuel Domínguez en Lúa, a lo que realmente somos adeptos es a la barra gastronómica. Por lo menos una vez al mes nos acercamos a sus mesas altas, a la terraza si es verano, para picar unas tapas y terminar con una (o dos) caña de Carballiño rellenas de crema.

Paseo de Eduardo Dato, 5 (Madrid).

Todos los restaurantes de Paco Quirós nos han enamorado por sus postres. No es que la parte salada no nos encante, pero sinceramente, podríamos ir a todos ellos y alimentarnos exclusivamente con la sección dulce. Uno de nuestros platos favoritos de Cañadío en Santander son sin duda sus torrijas. Las preparan de sobaos pasiegos y les acompaña una quenelle de helado de vainilla.

Gómez Oreña, 15 (Santander).

Es el postre más (mal) reproducido de la gastronomía italiana y hemos probado pocas que merezcan la pena. La medalla de oro se la lleva sin duda la de Andrea Tumbarello en Don Giovanni, porque es exactamente como tiene que ser una panna cotta auténtica: "bailona, como el pecho de una mujer sin silicona".

Paseo de la Reina Cristina, 23 (Madrid).

Nos encantan las tartas de manzana, en concreto la tarta fina de manzana. Cada vez que se nos antoja este postre con un punto ácido reservamos mesa en Aspen. Su característico tamaño individual es creación del gran Francis García y desde el momento que la creó la se ha convertido en un clásico y en el más emblemático de los postres de los restaurantes del grupo Aspen.

Plaza de la Moraleja (Madrid).

Después de darte un homenaje con la deliciosa carta de Mamá Chicó, en la que la cultura argentina y la gallega se dan la mano, el postre es obligatorio. De su Chicó Bakery salen infinitas propuestas de repostería que te conquistarán. Nosotros, sin duda, nos quedamos con su tarta milhojas de dulce de leche. Nunca tenemos suficiente con las primeras mil hojas.

Recoletos, 10 (Madrid).

Sabemos que no es un restaurante, pero si salimos a comer por la zona del Parque del Retiro nos ahorramos el postre para acercarnos a tomar la tarta de chocolate de La Mejor Tarta de Chocolate del Mundo. Por el nombre pueden parecer pretenciosos, pero si tu producto es el mejor ¿por qué no presumir de ello?

Alcalá, 89 (Madrid).