- Dónde comer las mejores torrijas en Madrid
- Receta: Torrijas de pan brioche, por Foodtropia
- Las torrijas más novedosas de la Semana Santa las ha creado una icónica pastelería de Madrid
Madrid es conocida por muchos emblemas gastronómicos, y entre ellos, las torrijas ocupan un lugar especial en nuestros corazones. Tradicionalmente asociadas a la Semana Santa, estas deliciosas rebanadas de pan remojadas en leche o vino, fritas y endulzadas, han trascendido la estacionalidad para convertirse en un manjar disponible todo el año en algunos de los mejores restaurantes de la capital. Y es que unas buenas torrijas apetecen siempre.
Ahora mismo, está arrancando la temporada fuerte de torrijas, que se extiende más allá de los días principales de la Semana Santa. Pero aquí te presentamos cuatro restaurantes imprescindibles donde disfrutar de este dulce en su versión más tradicional pero con un toque único e inigualable. Si buscas unas torrijas castizas y muy buenas, tienes que dejarte caer por uno de estos locales de Madrid.
Dónde comer unas buenas torrijas en Madrid
Lo tradicional es buscar torrijas en las clásicas pastelerías como La Duquesita, Mallorca o El Riojano; pero si te apetece disfrutarlas después de un buen menú castizo, tienes que reservar en alguno de estos cuatro restaurantes.
Casa Felisa
No es fácil conseguir que un restaurante de hotel funcione más allá del público internacional que este atrae, pero el chef Antonio del Álamo ha conseguido hacerse un hueco en el corazón de los gourmets madrileños a base de recetas tradicionales y buen producto. Y es que tampoco necesitamos mucho más para ser felices. En Casa Felisa, situado en la planta baja del hotel Urso, cada cucharada es puro gozo, especialmente porque dominan los guisos, pero es de esos restaurantes de Madrid en los que hay que guardar sitio para el postre porque tiene una torrija de pan brioche, servida tibia, de escándalo.
Dirección: Beneficencia, 15. Madrid.
Taberna Arzábal
Otro templo del producto en Madrid es Taberna Arzábal, de Álvaro Castellanos e Iván Morales, donde dan una nueva vida a la esencia de los bares de tapas y las copas de vino brindan sin cesar. Su buen hacer y su habilidad con ganar concursos gastronómicos los han encumbrado y a día de hoy reciben en cuatro locales diferentes de Madrid (frente al Retiro, junto al Reina Sofía, en el Mercado de San Miguel y en pleno estadio del Santiago Bernabéu). El culto a la materia prima y la estacionalidad son los pilares básicos de estos reyes del mundo gourmet y en sus locales puedes disfrutar de sus famosas croquetas de jamón y boletus, pero poco tienen que envidiar sus torrijas, su postre más emblemático. Las preparan muy clásicas con un pan de brioche infusionado en ponche que posteriormente se carameliza y la sirven con helado de vainilla.
Dirección: Avenida de Menéndez Pelayo, 13.
Bar Manero
Desde que el grupo de Carlos Bosch se instalara en Madrid, descubrimos lo que significa que el bar de toda la vida se encuentre con el lujo. Ahora con una segunda sede, todavía más excelsa que la primera, continúan celebrando el placer de las pequeñas cosas por partida doble. Los sabores de siempre en un entorno para hedonistas. Bar Manero y el nuevo Manero Marqués de Cubas han conquistado a los madrileños con su bocadillo de calamares o una ensaladilla de escándalo. En su carta de postres, pocas recetas destacan más que sus deliciosas torrijas, que las sirven con pan brioche con una bola de helado de vainilla. Son una delicia y, sin duda, una de las mejores torrijas de Madrid.
Direcciones: Claudio Coello, 3. Madrid | Marqués de Cubas, 14. Madrid.
La Ancha
Y si lo que buscas es un restaurante con historia, pocos locales como La Ancha de la calle Zorrilla para disfrutar de una torrija tradicional. Con más de 100 años de recetas icónicas, el primer local de la familia Redruello sirve una torrija elaborada con pan blanco del mismo día. Se cortan las rebanadas de pan de unos 2 cm de grosor y se empapan con una leche infusionada muy caliente. Después, se rebozan en huevo y se fríen en abundante aceite de oliva muy caliente. La leche sobrante se vuelve a hervir, se cuela y se echa otra vez encima de las torrijas ya fritas para que empapen más. De esos postres que te hacen aterrizar en el comedor de tu abuela con cada mordisco.
Direcciones: Zorrilla, 7. Madrid | Príncipe de Vergara, 204. Madrid.
