- 22 restaurantes de la Costa Brava para disfrutar de una maravillosa cocina cerca de mar
- Los 20 mejores restaurantes de Girona para comer bien
- El restaurante de un hotel con encanto perdido en Girona donde cocina la chef de las flores, que cultiva en un jardín secreto
El verano ha llegado y es hora de decidir cuál será el destino para disfrutar de unos días de paz, desconexión y por supuesto, mucho sol y playa. No todas las opciones son adecuadas, en atención a los gustos y expectativas de cada uno hay lugares u otros. Si el objetivo es la serenidad, bienestar, un poco (o mucho) de baños en aguas cristalinas, paseos tranquilos, comer muy bien entonces te proponemos el precioso pueblo de Begur.
Ubicado en la costa catalana, la villa se consolida como uno de los pueblos más bonitos de la Costa Brava. Incluso nos atreveríamos a decir que es posiblemente el más mágico. Un enclave pacífico durante los meses de invierno y un poco más movido en los de verano, cuando el pueblo se llena de turistas o personas con segundas residencias que quieren disfrutar del buen tiempo. Sea como sea, Begur nunca pierde su encanto y uno de sus principales puntos fuertes es su deliciosa gastronomía. ¡Te lo contamos!
Dónde desayunar
Empezar el día con un rico desayuno y un café de especialidad es la rutina de muchos. Y en Begur, después de dar una vuelta por el pueblo o por sus preciosas playas es un verdadero placer.
A primera hora de la mañana, cuando aún hay un poco de brisa y el calor no aprieta, toca darse el gusto de empezar el día como se merece. ¿Y dónde desayunar? Sin lugar a dudas, Fitzroy Café. Se ha convertido en el nuevo punto de referencia para los amantes del café así como el buen vino y la cocina con productos de estacionalidad y locales. Tanto es así, que cada taza de café y cada plato refleja sus valores fundamentales y apuestan por hacer uso del producto de pequeños productores y de la zona.
El resultado son recetas inspiradas en sabores de diferentes partes del mundo como Argentina, Australia y Asia.
A la hora de la comida...
Después de un buen desayuno es hora de disfrutar de las playas y calas de Begur. Entre ellas, la Platja del Racó, la d'Aiguablava, la Cala de Illa Roja, la Sa Riera, la de Aiguafreda, la Cala Port des Pi y la Cala del Rey son algunas de las más bonitas y recomendadas. Lugares donde bañarse con agua fría (pero no demasiado, un verdadero placer); donde andar por su arena y pasar una mañana de lo más entretenida. Pero cuando el hambre aprieta toca tomar la decisión de donde comer y una de las excelentes opciones es Toc al Mar.
Ubicado a pie de arena en una de las calas más bonitas de Begur, el restaurante propone un reencuentro con la gastronomía mediterránea más auténtica. Su especialidad es el pescado y el marisco a la brasa de encina: sólo pescado salvaje procedente de las barcas de los pescadores de la zona. Y por supuesto, los arroces marineros no faltan en su menú. El arroz caldoso de langosta, el arroz con alcachofas y sepia, el de erizos de mar y gambas, el oscuro de l’Empordà... Un restaurante sin pretensiones con una terraza vistosa.
Pero si buscas desconectar de la playa y comer tranquilamente en otra zona del pueblo, Turandot es una excelente opción. Un restaurante sencillo y espacioso, regentado por una familia, con versiones innovadoras de las cocinas mediterránea e internacional. De proximidad, temporada, fresca y variada: su propuesta gastronómica busca respetar el producto y la tierra. Sin etiquetas ni pretensiones. Un lugar donde relajarse y apreciar el momento con opciones como un tartar de ternera de Gerona sobre tuétano rustido y encurtidos, un falso filete a la pimienta verde o una merluza de palangre al horno con patatas al estilo de l'Empordà y mucho más.
Terminando el día de la mejor manera
Después de comer toca dar un paseo por el precioso pueblo de Begur y descubrir sus rincones. Desde sus cinco torres de defensa construidas en los siglos XVI y XVII - Torre de Can Pella i Forgas, Torre de Ca n’Armanac, Torre de Can Marquès, Torre del Mas Pinc y Torre de la calle Sant Ramon-; a sus casas indianas de estilo colonial. Y por supuesto, entre todo ello toca disfrutar de un cóctel con vistas para ver el atardecer. ¿El lugar idóneo? El rooftop del hotel Alta House Begur.
Con vistas panorámicas a todo el pueblo, el Baix Empordà y el Mar Mediterráneo, lo convierten en un lugar ideal de desconexión después de un intenso día. Un lugar donde disfrutar de vinos de la región, así como cócteles de autor y alguna tapa deliciosa. Ideal para abrir el apetito antes de ir a cenar.
El restaurante Clara es una opción excelente para cenar en Begur. Ubicado a pocos pasos del corazón del pueblo, se ubica en un antiguo jardín de un palacete indiano, en el Hotel Aiguaclara. Un lugar repleto de plantas, mármol, velas, música y buena comida y vino. Una carta sin pretensiones, con cocina desenfadada y toques de alta taberna. Brioche de pulpo, tortilla vaga de bacalao y muchísimo más.
La Pizzeta es otro de los restaurantes emblemáticos de Begur. Ubicado en el núcleo antiguo del pueblo, más concretamente en un edificio histórico, la Casa Tèrmens, construida en 1869 con un gran patio con árboles muy acogedor donde disfrutar de deliciosas opciones durante las noches de verano. Su cocina se centra en pizzas tradicionales, pastas rellenas y otros platos cocinados a la brasa. Opciones para todos los gustos y paladares, no hay quien se pueda resistir.
¿Te hemos convencido ya para visitar Begur este verano? Un lugar mágico que cautiva a todo visitante y le invita a querer repetir una y otra y otra vez. Más por sus opciones culinarias.
Mireia Noguer es redactora especializada gastronomía, viajes, experiencias, diseño de interiores y arquitectura en varios medios. En ELLE Gourmet se encarga de descubrir las cafeterías y restaurantes más especiales y dar a conocer sus historias. Su pasión es descubrir las personas que ponen nombre a cada nuevo producto, local, aventura gastronómica y entrar en las cocinas para ver descubrir sus propuestas y ver cómo trabajan en equipo.
Estudió periodismo y derecho en la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona. Desde pequeña le apasiona el mundo de la gastronomía y en especial, los postres. Las magdalenas han sido siempre su especialidad, un plato que recuerda cocinar desde niña en la casa de su abuela. Afirma que las recetas saladas requieren de pocos ingredientes y fáciles de encontrar; en cambio los dulces son otro mundo: ingredientes secos, otros de líquidos y muchos pasos para llegar a platos exquisitos. Todo un universo siempre en expansión.
Hoy en día es una amante del deporte, de la comida saludable, de subir a un avión y perderse por el mundo; de vivir al máximo y tomarse cada experiencia como una nueva oportunidad en la vida. No hay quien la pare: cargada de energía desde las 6 de la mañana, ella dice que su secreto es tomarse un jugo de apio cada mañana y salir a pasear por las calles de la ciudad en la cual se encuentre. Siempre, por supuesto, con su cámara en mano para fotografiar todo lo que ve y poderlo plasmar en sus artículos y en su cuenta de Instagram.
