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Playas vírgenes, rodeadas de pinos y maquia mediterránea conjugan el escenario menorquín. A esta imagen idílica añádele un aura de paz inalcanzable para sus vecinas baleares. Menorca, la Isla de la Calma, de veranos ligeros, relajados, honestos. De soles ámbar, aire inmaculado y agua cristalina. El alma de esta paraíso mediterráneo inunda cada rincón, incluida Pintarroja, la nueva marisquería de Puerto de Mahón. Situado en Es Castell, el primer pueblo del país en ver salir el sol, Pintarroja se ha convertido en un destino imprescindible de la isla.
Productos de calidad y temporada, autóctonos, cocinados a la plancha y al vapor para no perder ni un ápice de su esencia. El creador de este nuevo concepto gatronómico es Eugeni de Diego, el que fuera jefe de cocina de elBulli de Ferran Adrià. De Diego trabaja mano a mano con pescadores y productores de la isla con el fin de preservar al máximo la naturaleza marina. Con esta filosofía como axioma, el resultado no podía ser otro: una marisquería desenfadada y basada en la materia prima como principal protagonista.
La carta combina estos productos con una selección amplia de vinos y bebidas como La Pomada, tan característica de Menorca. Sobrasada a la plancha con miel, platillo de quesos de Mahón, espárragos blancos con naranja y frutos secos o ensalada de burrata con berenjena son otras de las delicias propuestas, además de platos de carne, y postres como la ensaimada con nata.
El carácter fresco de la carta contagia el espacio, que también evoca esa personalidad informal,'hippie chic' y relajada. Pintarroja no es solo el nombre del pequeño tiburón que inspira este proyecto gastronómico; Pintarroja es un sueño de verano, es el oscilar de una barca sobre el mar, la siesta en la sombra, el saber hacer de los pescadores, el cuidado del chef, la frescura en cada bocado...Pintarroja es Menorca.
Lucía Ruiz estudió Relaciones Internacionales y Comunicación y ahora continúa formándose con un Máster de Marketing de Moda. Escribe para aterrizar, para recordar, para existir. Es su manera de dar forma a la vida, de hacerla real. Por eso anota todo aquello que le hace feliz: la comida, los viajes y las nuevas experiencias no pueden faltar en la lista.
