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Los amantes del vino en Madrid lo han elegido como uno de sus templos. Y no porque sea un proyecto en la capital de cuatro franceses amantes de la buena vida a través de las burbujas y los vinos del país vecino, ni porque sepan muy bien como alcanzar maridajes excelsos con bocados de calidad. Sino porque logra trasladarte y que sientas a través de los sentidos que estás en las icónicas tierras francesas donde el vino es religión, y en sus bistrot. Es St Germain Wine Bar, el proyecto que Greg Helmer, Miguel Ángel Martínez, Fred Pernet y Sebastien Lemoine han abierto en el barrio de Chamartín.
Lo primero que tenemos que contarte es que se trata de un "wine bar" diferente, un local de estilo 'afrancesado' en cada uno de sus rincones y en su ambiente donde los grandes tesoros están en botellas de cristal. Son vinos distintos a los que probablemente estés habituada, muy interesantes y sorprendentes porque la mayoría de ellos provienen de pequeños productores que apuestan por una altísima calidad, en especial de las icónicas zonas de Burdeos o Borgoña haciendo paradas en los personales blancos de Alsacia o de Jura; y una alucinante y variada selección de champagnes -¿hay algo más francés que eso?- de las cuatro zonas de Champagne que compiten cara a cara con las grandes maisons que todos tenemos en la memoria pero que nos son del todo desconocidos.
¿Lo mejor?, que cuentan diariamente con una oferta de una veintena de vinos sorprendentes por copas -algunos rondando los 4 euros- con los que jugar y aprender de denominaciones de origen y etiquetas que generalmente no vas a conocer. Y algo muy importante, a precios muy competitivos, asumibles para la mayoría de los bolsillos, que no es poca cosa.
Al frente de la sumellería está Paloma Tovar, muy joven y dinámica, formada en la Cámara de Comercio y Sherry Master de bodegas González Byass, completamente entregada al mundo del vino. Te recomendamos que te dejes llevar por sus consejos, que van a guiarte de forma magnífica. Tras ella ha dejado su estela por restaurantes tan exitosos de la capital como 99 Sushi Bar, Punto MX o Alabaster, pero la llegada de St Germain ha sido un desafío tan bonito que no ha dudado en subirte a este barco.
La mano de los dueños de St Germain se nota, pues cuentan con una gran experiencia en el mundo de las restauración y la distribución. Así han preparado una bodega que es un tesoro. Por ejemplo, es posible probar alguna de las apenas 600 botellas del Blanc de noir Marie Copinet o los exclusivos vinos de Apollonis, la bodega de Michel Loriot, pionera en hacer sonar música clásica en las viñas en los años 70 para que las uvas empleadas en la elaboración de sus champagnes mejoraran su calidad. Y funcionó, por si te lo preguntas.
Y algo más, también extraordinario, vinos de la isla de Córcega, donde se usan más 30 variedades de uva distintas, siendo el 70% de ellas autóctonas.
Maridajes con ostras, quesos y mucho más
Si por todo lo que te hemos contado hasta ahora crees que en St Germain solo se bebe, estás muy equivocada. También se come, y muy bien. La máxima en la carta 'gastro' sigue la estela de los vinos, hablando de calidad. Producto seleccionado, y mucho de origen francés también. Aunque no son un 'Oyster Bar', en este apartado no tienen nada que envidiarles. Indispensables son sus Ostras Nº2 de casa Legris de Bretaña. Es el paso ideal para comenzar, y puedes tomarlas al natural o con salsa de chalotas y un 'twist' de tabasco.
Entre los entrantes también tienes platos como la Quiché del día, que dan paso a otras delicias como las Sardinas ahumadas con aguacate y cítricos; Vieiras gratinadas con puerro y apio o un estupendo Salmón noruego con un toque ahumado y ensalada con vinagreta cítrica. El toque más "nuestro" lo ponen unas Anchoas de Santoña y los chicharrones de Cádiz… porque también hay platos con productos del país.
Como estás viendo, en realidad en St. Germain no hay cocina como tal, pero eso no evita que tengan otros suculencias, de nuevo francesas, como las Mollejas de pato, el confit o el cassoulet -guiso típico de la zona sur francesa a base de alubias y carne. Y por supuesto, no falta el foie gras, que se elabora con hígados de patos españoles macerados con Marc de Champagne y con un punto especiado (al estilo francés).
Para el postre, una opción ideal si no eres muy de dulce es que apuestes por su tabla de quesos, entre los que además del Cantal, te va a encantar el Délice du Poitou, hecho con leche de cabra y que se espolvorea con ceniza vegetal salada. Y si lo que quieres es algo goloso, no dudes en pedir su Tarta de queso.
Un bistró parisino sofisticado
A St Germain sin duda vas a ir a brindar entre burbujas y ostras, pero también vas a enamorarte de su ambiente elegante, pero relajado. El interiorismo del restaurante, obra de la decoradora francesa Peggy Catania, tiene en el color azul su tono de referencia, a juego con los dorados. Si miras alrededor no podrás evitar pensar que estás en París, en uno de sus elegantes y clásicos bistrós.
Espejos, lámparas con un toque retro, tercipelo en cómodas butacas y bancos corridos, cierto aire minimalista... la decoración muy mimada y nada excesiva se mezcla con detalles muy pensados que ayudan a elevar la experiencia de la visita como la música de fondo en la que se reconocen a grandes cantautores franceses. Algunos temas de los magníficos Edith Piaf o Charles Aznavour te sonarán.
Y una última cosa. Cuentan con una (coqueta y pequeña) terraza. Ya lo sabes, si sienes pasión por el vino con un toque de exclusividad, este es uno de tus sitios de referencia. ¡À profiter!
C/ Cochabamba, 21.
Tel. 919 35 38 39
Web: stgermainwinebar.es
IG: @stgermainwinebar
Precio medio: 35 - 40 €
Horario: De martes a sábados de 13:00 a 17:00 horas y de 20:00 a 24:00 horas.
