Como bien dijo Eurípides: "Donde no hay vino no hay amor". Más que una bebida, el vino es símbolo de encuentro, de tradición y de evolución. Su historia no solo se mira hacia atrás, sino que se reinventa constantemente, adaptándose a nuevos gustos, generaciones y formas de vivir.
Y en todo ello, la Denominación de Origen Calificada (DOCa) Rioja, desempeña un papel protagonista: es la denominación más antigua de España y un referente indiscutible en el mundo del vino. Sus tintos son ampliamente reconocidos: auténticos reyes de la mesa en cualquier rincón del mundo. Elegantes, con cuerpo y de gran prestigio. Pero en Rioja también encontramos vinos de calidad excelente que merece la pena descubrir - si aún no lo has hecho - , porque son una elección imbatible en cualquier momento del año y especialmente en verano.
Blancos y rosados, ideales para brindar por el verano
Estamos en esa estación cálida en la que muchos tenemos más tiempo para disfrutar del aire libre, de las vacaciones, de las reuniones con la familia y los amigos... y de esas sobremesas largas y cenas que, a veces, se alargan hasta el amanecer. En verano, las celebraciones abundan, y no hay mejor manera de disfrutarlas que con un blanco o un rosado de Rioja.
Hablamos de vinos frescos y versátiles, decididamente gourmet, con personalidad propia, llenos de matices y con una capacidad de maridaje prácticamente infinita. Funcionan desde el aperitivo hasta el postre. ¿Un blanco de Rioja acompañando unas ostras? Perfectamente. ¿Un rosado de la Denominación para una barbacoa? También. ¿Y junto a un plato de comida asiática? ¡De lujo!
Maridajes que te van a convertir en la anfitriona perfecta
Si estás pensando en darte a ti misma un homenaje, preparar una cena íntima en pareja o celebrar a lo grande con familia o amigos, toma nota: con estos maridajes lo vas a bordar.
Blancos jóvenes de Rioja: cien por cien perfectos para acompañar pescados blancos, mariscos y platos vegetales. Y aquí va un truco menos conocido, pero que te hará quedar de diez con tus invitados: su acidez limpia y su perfil aromático los convierten en aliados para preparar salsas cremosas y pastas.
Blancos con crianza de Rioja: su estructura los hace perfectos para maridar con carnes blancas, pescados nobles - como el rodaballo, la merluza, el atún, el mero, el virrey - y quesos curados. Y un detalle clave: cuanto más envejecen mejor armonizan con sabores intensos y platos más complejos, convirtiéndose en una opción sorprendente y versátil en la mesa.
Rosados DOCa Rioja: pocos vinos tan versátiles como un buen rosado. Funcionan de maravilla, tanto con un salteado asiático como con un tajín marroquí, gracias a su enorme capacidad de adaptación. Su carácter frutal y su frescura lo convierten en aliados perfectos para maridar con ingredientes y platos difíciles: alcachofas, espárragos, ensaladas con vinagretas, embutidos o recetas especiadas. Combinaciones que, aunque puedan parecer sorprendentes, resultan siempre deliciosas.
Vinos que llegan a nuestras mesas para quedarse
Y el motivo principal es, fundamentalmente, su calidad y su versatilidad. La segunda ya la tenemos clarísima y sobre la primera te hablamos un poco más. Detrás de cada botella de blanco y de rosado de Rioja hay una calidad excelsa garantizada en cada etapa de elaboración. Desde la apuesta por variedades autóctonas como la viura, la garnacha o el tempranillo blanco, hasta el delicado trabajo en el viñedo y en la bodega, todo está pensado para interpretar a la perfección el gusto del consumidor actual, sin perder el carácter riojano que tanto se valora.
Así, nos encontramos en nuestras mesas con vinos vibrantes y sorprendentes, perfectos tanto para un aperitivo informal como para una cena de alto copete. Este carácter versátil y de alta calidad ha dado lugar a reconocimientos como medallas de oro en certámenes internacionales como Decanter o el International Wine Challenge, así como puntuaciones sobresalientes en las prestigiosas listas de Parker o Suckling. Además, la demanda por parte de sumilleres, tanto españoles como internacionales, no deja de crecer, deseosos de incluir estos vinos en sus cuidadas cartas.
El éxito de los blancos y rosados de Rioja ha llegado para quedarse. No solo por todo lo que ya hemos comentado - su calidad, su versatilidad, su reconocimiento internacional -, sino también porque emocionan y se convierten en parte de nuestros momentos más especiales. ¿Recuerdas aquel blanco de Rioja con el que celebramos ese aniversario inolvidable? Cómo olvidarlo... Pues eso. Inclúyelos en tus eventos más personales y tendrás asegurado un recuerdo fabuloso.