Perfumes con historia

Con esta mítica fragancia, Coco Chanel rompe con la tendencia existente a principios del siglo XX de elaborar perfumes a partir de una sola nota: 'un perfume artificial como un vestido, es decir, fabricado. No quiero rosa ni lirio del valle, quiero un perfume que sea compuesto', ordenó Mademoiselle Chanel. El perfumista de los zares rusos creó el perfume y Coco pidió a las dependientas de la boutique Chanel que lo perfumaran sobre los probadores, aunque no se comenzó a vender hasta 3 meses después. De esta manera, Chanel inventó la expectativa comercial y,además, uno de los perfumes más legendarios de todos los tiempos.

Aunque quizá el mayor hito de Chanel Nº 5 se produjo en 1957, cuando la voluptuosa Marilyn Monroe declaró que dormía desnuda con tan sólo unas gotas de este perfume. Había nacido una leyenda.

Creado en 1957, L'Interdit fue ideado por Hubert de Givenchy como regalo para la actriz Audrey Hepburn. Cuando ya había regalado varios frascos a la actriz, el modisto le expresó su intención de comercializarlo: 'Mais je vou l’interdis!' ('¡Se lo prohíbo'), exclamó.

Sin embargo, el perfume L'Interdit finalmente se comercializó y, en 1962, Audrey Hepburn se convirtió en la primera musa de un perfume con una campaña fotografiada por Bert Stern.

Creado en 1969 a la luz de los acontecimientos de Mayo del 68, esta fragancia reivindica la noción de libertad y de vuelta a la naturaleza. Un perfume que huele a vacaciones, con un aire campestre y refrescante.  

En 1947, Christian Dior deja atrás la moda de posguerra con un desfile en París que propone una nueva silueta, que posteriormente será denominada New Look. Los vestidos del desfile estaban vaporizados con Miss Dior, una fragancia inspirada en los acantilados de Normandía que desde entonces quedó íntimamente ligada a la idea de la 'Mujer Dior'.

En 1994, Calvin Klein sintió la inspiración observando a la pandilla de amigos de su hija adolescente: decidió crear un perfume unisex, ligero y acorde con la estética casual con la que había triunfado su firma. De esta idea surgió CK One, un perfume que al año de su lanzamiento ya había vendido más de 15 millones de frascos. La campaña publicitaria de la fragancia, una de las más icónicas de la década,  estuvo protagonizada por Kate Moss.

Jean Paul Gaultier crea en 1993 este perfume-icono, para el que se inspira en los polvos de arroz que utilizaba su abuela en el rostro. El frasco del perfume se basa en sus propios corpiños, pero también en Shocking de Schiaparelli, una fragancia creada en 1937 y que recreaba las formas de Mae West.  

Madonna, gran seguidora de Gaultier, fue la primera en poner de moda los famosos corpiños del diseñador.

En 1971, el imperio Estée Lauder se expande, creando la firma Clinique. Ese mismo año, Clinique lanza su primer perfume, en palabras de Estée Lauder: 'Un perfume único, extraordinario, que dé a las mujeres ganas de vivir sensaciones exaltadoras y fuertes'. Sin publicidad, Aromatics Elixir se convierte rápidamente en un perfume de culto. Su espíritu chipre no tiene término medio: o se ama o se odia.

En 1970, predominaban los perfumes a base de pachulí traído de Katmandú. La tendencia se rompe gracias a Eau de Rochas, un perfume limpio, a base de cítricos y muy mediterráneo. Todo un éxito de ventas desde hace más de 40 años. El frasco lleno de ondulaciones es un auténtico clásico de cualquier tocador.

En 1927, Jeanne Lanvin decidió elaborar un perfume como regalo de cumpleaños para su hija, que cumplía 30 años. El perfume escogido fue este bouquet de jazmín, rosa, cananga, lirio del valle, sándalo, clavo... '¡Parece un arpegio!', fue lo que exclamó su hija al recibirlo. Pronto, este frasco negro con el logotipo de una madre y su hija en dorado se convirtió en el grán éxito de ventas de la firma.  

La sofisticación clásica de Arpège hizo que se convirtiera en el perfume fetiche de mujeres como Diana de Gales o la mismísima Grace Kelly.  

En 1997, Thierry Mugler decide crear un perfume 'más eterno que la propia moda', y para ello decide contar con el perfumista Olivier Cresp, que se inspira en los recuerdos infantiles de Mugler, cuando vagaba de niño en las ferias de su Estrasburgo natal. Algodón de azúcar, chocolate... el resultado es una fragancia oriental y golosa.

Potente y luminoso, este perfume fresco que se transforma en avainillado al cabo del tiempo fue uno de los preferidos de Serge Gainsbourg, marido de Jane Birkin.

'Se me considera un hombre no demasiado guapo y, sin embargo, cargado de seducción. (...) Para un hombre, hay maneras sutiles de hacer entrar en razón a una mujer. Lo que constituye mi encanto, mi arma secreta, está ahí, en Pour Une Homme de Caron', canta Gainsbourg en una de sus canciones.

'Perfumes Míticos' (39,50 €, Lunwerg Editores) recoge la historia que se esconde detrás de los perfumes más emblemáticos, así como sugerencias sobre cómo llevarlo, qué personajes famosos lo usaban...