5 causas por las que amarás el running

Está claro que en cualquier deporte que practiques vas a conocer a gente. Pero el running implica mucho más. Todo el que se convierte en runner sabe que va a encontrar en otros amantes de este deporte un punto de apoyo, una comunidad que contagia energía y con un único objetivo, ser mejores personas y ayudarse mutuamente. Puedes iniciarte en un equipo profesional o un grupo afín a tus gustos. Eso te ayudará a motivarte y no cesar en el intento.

A pesar de lo que te hemos contado en el anterior punto, el running también es un deporte solitario y practicarlo te proporciona un momento de entera dedicación a ti misma. Estar al aire libre, pensar, abrir tu mente, relajarte y soltar todo el estrés y la adrenalina del día a día es la fórmula perfecta para sentirte bien y reponer energía.

No encontramos mejor excusa para iniciarte en el running que hacerlo por una buena causa. Es uno de los deportes que más eventos solidarios promueve y estamos convencidas que este motivo te hará sacar toda la energía para seguir corriendo. Si no sabes por dónde empezar, te recomendamos una iniciativa muy especial. Bajo el lema ‘Corremos por una causa’, Renault Runners pone en marcha una campaña con el fin de recoger la energía de los runners para llevar a cabo tres bonitas causas. La primera, alimentación sana, busca formar a los más pequeños a comer bien.

¿Cómo puedes participar? De tres formas distintas: corriendo y compartiendo tus entrenamientos diarios a través de tu app de running habitual; en las carreras físicas que patrocine Renault Runners; y por último, a través de carreras virtuales. Todos los kilómetros recorridos cuentan para conseguir los objetivos. Y, además, puedes ganar fantásticos premios. ¿Se puede pedir más? Puedes encontrar más información aquí.

Es uno de los mayores privilegios del running. Puedes practicar este deporte en cualquier lugar, pero es que, además, te permite recorrer medio mundo participando en las mejores carreras. Nueva York, Boston, Berlín, Roma, Sevilla, Madrid, París, Atenas, Londres... Si el espíritu wanderlust corre por tus venas, ya tienes un motivo más para convertirte en runner.

Dar la vuelta a tu barrio, llegar a los dos kilómetros, terminar una carrera de cinco kilómetros... Parece una tontería, pero marcarte unos objetivos (realistas) al empezar a correr y superarlos poco a poco, te dará un chute de energía y motivación que te llevará a alcanzar cualquier meta que te propongas en tu vida personal.