Es probable que hayas escuchado ideas como que el pan es tu peor enemigo, que el desayuno es la comida más importante del día, que las frutas son veneno, o que los carbohidratos son el gran villano y enemigo público de la salud. La información (y desinformación) abunda, y muchas veces, lejos de ayudarnos, nos genera más dudas y frustración.
Por eso te traigo algunos de los mitos de nutrición más comunes que, honestamente, ya deberían extinguirse.
1. "No comas después de las 8 p.m., que engorda"
Este mito ha estado rondando desde hace décadas. La teoría es que comer tarde hace que el metabolismo sea más lento y convierte todo lo que comemos en grasa.
La verdad es que el cuerpo no tiene un "reloj mágico" que activa el almacenamiento de grasa después de cierta hora. La clave no está en la hora en la que comes, sino en lo que comes, cómo lo comes, y en cuánto comes.
Escuchar a tu cuerpo y a tus horarios naturales es más importante. Si eres alguien que cena tarde porque así lo dicta tu estilo de vida, adelante, lo que cuenta es lo que comes durante el día, cómo te ejercitas, tu gestión emocional, etc. no a qué hora comes.
2. "Los carbohidratos son el diablo"
Probablemente una de las mayores injusticias en el mundo de la nutrición: demonizar a los hidratos. Estos alimentos han sido retratados como el enemigo número uno de una “alimentación saludable”. La realidad es que los carbohidratos son una fuente esencial de energía para el cuerpo y el cerebro.
Aquí es donde podemos tomar una lección de la dieta mediterránea, tan valorada en España: granos integrales, legumbres, frutas y verduras son ricos en carbohidratos de calidad que nutren y ayudan a mantenernos saciados.
Si te encantan los bocadillos, no tienes que eliminarlos, sino elegir opciones nutrititvas, variadas y de la mayor calidad posible.
3. "Los zumos detox limpian el organismo"
El famoso zumo detox o cómo vender la idea de que nuestro cuerpo necesita ayuda externa para “limpiarse”. La verdad es que nuestro cuerpo ya tiene sus propios sistemas de desintoxicación, principalmente el hígado y los riñones, y no necesita un batido verde para hacer su trabajo.
Aunque tomar zumos de verduras y frutas naturales puede aportar nutrientes, no van a “desintoxicar” nada. Si quieres apoyar tu salud, enfócate en una alimentación completa y dale a tu cuerpo la hidratación y nutrientes que realmente necesita, sin necesidad de ayunos ni restricciones extremas.
4. "Para bajar de peso solo tienes que comer menos"
Este mito es tan reduccionista que me ofende. Como si nuestra salud y peso no fueran procesos complejos y multifactoriales.
La idea de “come menos y muévete más” ignora aspectos clave de la salud, como el metabolismo, el sueño, el estrés y hasta el bienestar emocional. La pérdida de peso no depende únicamente de la cantidad de comida, sino de su calidad, del equilibrio hormonal, de los niveles de estrés y de muchos otros factores.
Además, reducir drásticamente las calorías a menudo conduce a un “efecto rebote” que termina siendo mucho más dañino. La salud no se mide solo en kilos, y el camino a una relación sana con la comida va más allá de contar calorías.
5. "El desayuno es la comida más importante del día"
¿Quién no ha escuchado esta frase de alguna abuela o de algún anuncio de cereales? Aunque desayunar puede ser ideal para algunas personas, no es obligatorio ni indispensable para todos. Algunas personas funcionan mejor con un desayuno temprano, mientras que otras prefieren esperar un poco para comer.
Escuchar a tu cuerpo y sus señales de hambre es mucho más importante que seguir una regla rígida sobre el desayuno. Así que si no eres de las que tienen hambre a primera hora, no te preocupes, come cuando realmente lo necesites.
6. "La grasa engorda"
Las grasas han pasado de ser consideradas el peor enemigo a ser la gran “estrella” de la nutrición, con modas como la dieta keto. Pero como en todo, la clave está en el equilibrio. No todas las grasas son iguales, y el cuerpo necesita grasas nutritivas, como las que encontramos en el aguacate, el aceite de oliva o los frutos secos, para funcionar correctamente.
Estas grasas no sólo son una gran fuente de energía, sino que también ayudan en la absorción de vitaminas y en la salud del corazón.
En fin, va siendo hora de que dejemos atrás estos mitos de nutrición que no solo son poco científicos, sino que nos llenan de inseguridades y dudas.
La clave para el bienestar no está en seguir reglas, ni en creer ciegamente en tendencias, sino en escuchar a tu cuerpo y elegir alimentos que te hagan sentir bien, tanto física como mentalmente.
Y como siempre, si necesitas ayuda, y salir de esta confusión, busca una nutri no peso centrista, no tienes que atravesar todo esto en soledad.