Tener una buena salud digestiva es fundamental para nuestro bienestar físico y emocional. De hecho, el estómago (otros expertos dicen que el intestino) se considera el segundo cerebro del cuerpo. Muchas neuronas (en tono a 100 millones) están situadas en el tubo digestivo y tienen un papel esencial en el control del movimiento intestinal (peristaltismo), la secreción de sustancias necesarias para la digestión, además de regular la mucosa del tubo digestivo.

Un dato: el 30% de la población tiene problemas de estómago en España, según datos del Fundación Española del Aparato Digestivo. Para tener una buena salud digestiva, no sólo tus órganos (esófago, estómago, intestino delgado y grueso, hígado y páncreas) tienen que funcionar adecuadamente, también tiene que haber un equilibrio en la microbiota intestinal y tu capacidad para absorber de nutrientes.

Toma nota porque hay siete signos que te pueden estar avisando que algo no va bien:

1. Dolor abdominal

    Si se trata de un dolor abdominal, agudo, intenso y no desaparece, puede ser de carácter digestivo, urológico o ginecológico. “Debe ser valorado por un servicio de urgencias para descartar que se trate de un cuadro que precise una intervención quirúrgica”, comenta Sonia Clavería, médico de familia del Departamento Técnico de noVadiet.

    Si el dolor abdominal es leve pero repentino en el tiempo, está asociado al consumo de determinados alimentos (o al hecho de comer en sí), aparece aislado (solo dolor) o acompañado de dolor punzante, tipo cólico, ardor retroesternal y sensación de distensión, puede tratarse de un reflujo gastroesofágico, gastritis, úlcera péptica, cálculos biliares, enfermedad celíaca u otras intolerancias alimentarias, según Sonia Clavería.

    “Siempre tiene que ser valorado por el médico de familia para llegar al diagnóstico", apunta.

    Solución: “Muchos ingredientes naturales y complementos alimenticios, como el aloe vera, el carbonato de magnesio, el regaliz, el jengibre, el boldo, el cardo mariano, el rábano negro, los probióticos y las enzimas digestivas, pueden ayudar”, asegura esta experta.

    2. Hinchazón y gases

      “Puedes sufrir un acúmulo de gases en el tracto intestinal, distensión del intestino y, secundariamente, dolor, molestias e incomodidad cuándo ingieres aire al comer o por la fermentación de carbohidratos no absorbidos en el intestino”, detalla la médico de familia.

      Además, hay alimentos que per se son flatulentos, como las legumbres, las coles, las alcachofas, el brócoli y el pepino. Y “también hay determinados problemas de salud que cursan con mayor formación de gas a nivel intestinal, como son ciertas intolerancias alimentarias, disbiosis intestinal, SIBO y síndrome de intestino irritable”, añade la médico Clavería.

      Solución: Algunos ingredientes naturales, como el carbón vegetal, son absorbentes de gases y atrapan el exceso de gas que circula por el intestino.

      “El hinojo, el anís verde o la alcaravea son plantas que ayudan a la eliminación de gas, además de ser eupépticas y facilitar la digestión. Además se pueden usar enzimas digestivas, como la alfa-galactosidasa, que ayuda a digerir los fructanos y galactanos de ciertos alimentos vegetales (legumbres, cebolla, puerro, ajos, brócoli, coles, espárragos…). Y también resultan de gran ayuda los probióticos”, aconseja la médico de noVadiet.

      3. Acidez de estómago

        La sensación de acidez se produce más a nivel retroesternal, es decir sube a garganta y boca. “Esto ocurre porque hay reflujo del ácido del estómago hacia el esófago, causando sensación de ardor y acidez”, explica la experta.

        Solución: Hay ingredientes que ayudan a contrarrestar el exceso de ácido a nivel gástrico, como el carbonato de calcio, el regaliz, el aloe vera o el aceite esencial de menta.

        “También hay complementos alimenticios, como Acigastril de noVadiet, que combina varios ingredientes y pueden ayudar de forma más completa y eficaz gracias a su tecnología bicapa: la capa blanca aporta alginato sódico y carbonato de calcio, dos ingredientes que ayudan de forma rápida a aliviar la acidez y el reflujo tras las comidas; y la capa marrón contiene Mucosave®, regaliz desglicirrinado y malva, ingredientes que ayudan a proteger la mucosa del estómago y a mejorar el bienestar gástrico de forma más prolongada en el tiempo”, según Sonia Clavería.

        Novadiet Acigastril

        Acigastril
        Crédito: Amazon

        Otro de ellos es FortéBiotic, de Forté Pharma, que ayuda a regenerar la flora intestinal.

        Forte Pharma FORTEBIOTIC+ FLORA INTESTINAL 30cap.

        FORTEBIOTIC+ FLORA INTESTINAL 30cap.
        Crédito: amazon.es

        En esta misma línea se encuentran los probióticos y prebióticos de Kobho Labs, para mejorar la flora intestinal y el sistema inmune.

        Kobho Labs Probiótico Formulado con Prebióticos y Postbióticos 60 cápsulas | Máxima Absorción y eficacia | Flora Intestinal | Sistema Inmune | Antiinflamatorio

        Probiótico Formulado con Prebióticos y Postbióticos 60 cápsulas | Máxima Absorción y eficacia | Flora Intestinal | Sistema Inmune | Antiinflamatorio
        Crédito: amazon.es

        4. Estreñimiento o diarrea crónicos

          Estos síntomas pueden producirse si estás tomando ciertos fármacos o realizando determinadas pautas alimentarias, “y también pueden deberse a distintas circunstancias, desde intolerancias alimentarias hasta trastornos intestinales inflamatorios, pasando por síndrome de intestino irritable, gastroenteritis infecciosas, gastroenteritis del viajero…”, enumera la experta.

          Solución: La forma más fácil y saludable de corregir el estreñimiento crónico llevando a cabo un estilo de vida que facilite el buen ritmo intestinal.

          Esto pasa por realizar una dieta diaria rica en fibra y alimentos vegetales (kiwi, níspero, frambuesas, membrillo, plátano, higos, pera, fresas, ciruela, albaricoque, naranja, manzana, mandarina, cereales y derivados integrales, alcachofas, legumbres, frutas secas, frutos secos, semillas de lino, probióticos), y en evitar los alimentos ultraprocesados, además de hacer una buena ingesta de agua (entre 1,5 y 2 litros diarios), realizar ejercicio físico a diario, mantener el estrés a raya, disfrutar de un buen descanso nocturno, e intenta ir al baño siempre a la misma hora y sin prisa.

          "También puede ayudar tomar sales de magnesio, como el carbonato de magnesio, que actúan a nivel intestinal aumentando la cantidad de agua en el tubo digestivo, ablandando las heces, y aumentando su volumen para que estimulen el peristaltismo de forma fisiológica. Y para regular las alteraciones del ritmo intestinal, tanto en un sentido como en el otro, son de gran ayuda los complementos alimenticios con probióticos y prebióticos, que ayudan a restablecer el equilibrio de la microbiota intestinal, cuya disbiosis (disbalance) está muchas veces en el origen de estos problemas”, asegura la médico de familia.

          5. Fatiga

            Tener una fatiga persistente o sin explicación aparente puede ser un síntoma de mala salud digestiva, “especialmente si se acompaña de otros síntomas como dolor abdominal o pérdida de apetito”, advierte la médico.

            Solución: “Lo más importante es solucionar la causa que produce la fatiga y, mientras tanto, podemos ayudarnos con ingredientes energéticos que no sean agresivos a nivel digestivo, como la jalea real, el germen de trigo, el polen o los complementos multivitamínicos".

            Puedes encontrarla en este complemento alimenticio de ArkoPharma.

            Arkopharma Arkoreal Jalea Real Vitadefensas Sin Azúcar

            Arkoreal Jalea Real Vitadefensas Sin Azúcar
            Crédito: amazon.es

            6. Mal aliento

              Antes de achacarlo a un problema de salud digestiva deberías acudir al odontólogo, ya que “las primeras causas de halitosis se encuentran en problemas orobucales. Aunque también puede ser un signo de problemas digestivos, como la alteración de la microbiota de la boca o la intestinal, el SIBO y los problemas gástricos”, cuenta la doctora Clavería.

              Solución: La forma más eficaz de solucionarla es tratando la causa que lo produce. “Para ello, puede ayudar la toma de probióticos que tengan estudios de su eficacia a nivel de la microbiota oral, como el Lactobacillus reuteri, o de la microbiota intestinal, como el Lactobacillus rhamnosus, Lactobacillus casei y Lactobacillus bulgaricus".

              7. Cambios en el peso

                Los cambios de peso sin explicación aparente, tanto la pérdida como el aumento, pueden indicar problemas digestivos subyacentes, especialmente si se producen sin cambios en la dieta o en el nivel de actividad física. “Hay que estudiar la causa y llegar a un diagnóstico para poder ayudar a solucionarlo de forma eficaz y segura”, advierte la Dra. Clavería.

                Solución: Eso sí, si hay una disbiosis como causa subyacente, “pueden ayudar los probióticos (yogur, kéfir, chucrut, kimchi, tempeh, miso, kombucha, pepinillos y encurtidos) y prebióticos (setas, ajo, espárragos, cebolla, cebada, avena, manzana, cacao, maíz, puerro, alcachofas, plátano, patata, batata, soja)”, asegura Clavería.

                Y si hay una intolerancia alimentaria “habrá que suprimir el alimento que la produce”, concluye.