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Como puedes sospechar, la limpieza es el primer gesto de atención hacia una melena. Aunque tú, consumidora responsable preocupada por la salud capilar, seguramente añadas a esta ecuación el acondicionador o la mascarilla, deberías saber un dato tan sorprendente como inquietante: menos de 1 de cada 2 personas utilizan acondicionador en cada lavado. La cifra la proporcionan desde Pantene y lo que nos indica es que mucha gente (más del 50%) deja todos sus anhelos hair en manos del champú…
Sin embargo, hay ciertos indicadores que corroboran la idea de que el cabello nos importa, y mucho. Tanto que, según el último informe de Pharmalive de Alliance Healthcare, este octubre las referencias anticaída han incrementado su demanda en casi un 35%, respecto al mismo periodo del año pasado. En esa dualidad podría estar la razón de que la oferta de limpiadores parezca infinita ya que, en la misión de cubrir cualquier anhelo capilar, las firmas crean fórmulas casi a medida.
Es cierto que, al igual que sucede con la piel, las necesidades de la melena cambian en función de infinidad de factores. Sin embargo, más o menos, cada individuo sabe cuáles son las características principales de su pelo y cómo debe ser el champú elegido. O esa teoría mantenía yo hasta que un estilista me desveló que a mi cabello fino y, en general, bastante seco, no le vendría mal una dosis de limpiador purificante periódica. Tal cual.
Razones para aplicar un champú purificante aunque tu cabello no sea graso
Noelia Jiménez, estilista y propietaria de Salón Noelia Jiménez, apunta que estas referencias “están diseñadas para limpiar en profundidad, eliminando residuos de productos, contaminación y cualquier acumulación que pueda pesar en la cutículas”. Y, como la experta concluye, “con el tiempo, incluso el pelo más seco puede hacer este acopio de impurezas que un champú normal no logra quitar”.
Las potenciales consecuencias de no ponerle remedio las enumera Alberto Jesús Arévalo Nausía, Academy & Event Manager de Henkel Consumer Brands, y son: “Que el cabello luzca apagado, sin volumen, o incluso provocar la obstrucción en los folículos capilares, lo que puede afectar a la salud de las cutículas y del cuero cabelludo”.
Así, el experto señala que el uso periódico de un cleanser más intenso permite no solo a eliminar residuos de productos, retirar elementos de la polución del ambiente o mejorar la salud de la piel, también ayuda a “restablecer el volumen y el brillo”.
Moncho Moreno, estilista y director de los salones Moncho Moreno, resalta un importante beneficio colateral del champú purificante: reducir las partículas que potencialmente pueden “irritar al cuero cabelludo”, el responsable inicial de un pelo ideal. Además, señala que esta categoría de producto es una gran paso previo a cualquier tratamiento que te puedas hacer ya que “cuanto más limpio esté el cabello, mejor”.
Qué buscar en tu limpiador purificante de uso periódico
Lo primordial es que pienses en las necesidades del pelo y del cuero cabelludo para que “la elección no resulte demasiado agresiva, que sea un producto que puedas meter en tu rutina capilar e incluso semanal (por ejemplo, si lo haces tres veces a la semana, dedicar un día al champú detox)”, sostiene Moncho Moreno.
A la hora de seleccionar ingredientes, desde el Salón Noelia Jiménez, recuerdan que entre los más interesantes se encuentran “el carbón activo, las arcillas o los extractos de hierbas, puesto que son perfectos para absorber impurezas sin ser demasiado fuertes”. Según la estilista, lo ideal es que “no contengan sulfatos ya que, si el cabello es seco, podrían estropearlo”.
Ritual de aplicación de un champú purificante de uso periódico
La realidad es que debes prestar atención a las características de tu melena a la hora de establecer la periodicidad de aplicación. Aunque los expertos coinciden en hacerlo una vez a la semana o cada quince días, “si el cabello está muy seco o dañado, es importante no abusar de este tipo de champú, pues su potente fórmula puede resecarlo aún más. En esos casos, es mejor usarlo con menos frecuencia, quizás cada tres semanas, y observar cómo reacciona el pelo”, apunta Noelia Jiménez.
Como punto de partida, lo recomendable es seguir las pautas de siempre (a no ser que el fabricante indique lo contrario), que se podrían resumir en:
- Previamente, moja bien el cabello y aplica la cantidad de champú correcta. Teresa Climent, licenciada en Farmacia y Technical Manager de Nuggela & Sulé, señala que sería “del tamaño de una nuez para melenas largas y una avellana en el caso de las medias o cortas”.
- Déjalo actuar unos minutos (la mayoría de los limpiadores actuales están repletos de ingredientes dignos de ser aprovechados) en función de lo que recomiende la marca. Después, muy importante, acláralo perfectamente para retirar hasta el mínimo residuo (algunos estilistas sostienen que es el paso más importante del lavado).
- Según la saturación o suciedad, apuesta por hacer dos champunadas inspirándote en la doble limpieza facial (con la segunda te aseguras de no dejar restos). De hecho, Alberto Jesús Arévalo Nausía, afirma que “en general, estos champús purificantes cuentan con un Ph equilibrado, por lo que podemos utilizarlos en combinación con otros limpiadores específicos para el tratamiento del color, aumentar la hidratación...”.
- Ante el hecho de que un cleanser purificante puede dejar el cabello más seco, no te olvides de completar el proceso con el uso de un acondicionador o mascarilla que restablezcan la hidratación y suavidad que reclaman tus cutículas.
Qué hacer si tienes el cuero cabelludo y el pelo muy secos
Si es tu caso, Moncho Moreno aconseja lo que él denomina una “mal lavada”. Consiste en que, una vez que has seleccionado una referencia adecuada y respetuosa, debes aplicarla sin masajear en exceso el cuero cabelludo ni las puntas con el fin de evitar secarlas de más, aumentar el número de nudos e, incluso, irritar la piel.
Su truco es que “aprendas a emulsionar, que significa cuando te pones un poco de champú, añades un poquito de agua para que todo sea más ligero”.
Qué champú purificante elegir
Algunos de nuestros limpiadores detox favoritos, perfectos para tener de fondo de armario, son:
Con carbón activo para absorber las impurezas y el exceso de grasa, el Champú Bathman Detox Hair, de Moncho Moreno es una gran opción que ha sido formulada específicamente para tratar las melenas con raíces grasas y puntas secas.
En la composición de Scalp Clinix Oil Control, de Schwarzkopf Professional encuentras ingredientes como el extracto de hoja de eucalipto o de romero y mentol con el fin de limpiar en profundidad y tratar el cuero cabelludo graso. En su uso periódico destaca la sensación refrescante que aporta.
Limpiador equilibrante diseñado para las melenas sensibles con raíces grasas que se focaliza en eliminar las partículas de contaminación del cabello sin renunciar a un aumento de hidratación, suavidad, volumen y brillo. Toma nota: Champú Bain Divalent, de Kérastase.
Con extractos naturales, esta referencia libre de siliconas se vale de la arcilla para absorber las impurezas y el limón para refrescar. El resultado con Champú Purificante Original Remedies Arcilla Suave y Limón, de Garnier es un pelo ligero e impoluto durante más tiempo.
Con un cóctel de activos botánicos en el Limpiador Purificante, de Secretos del Agua destacan las alhovas (fortalecen la raíz capilar), la bardana (depura), la hiedra (activa la microcirculación) y los nutrientes aminoácidos de trigo para disolver la suciedad al detalle, pero respetando el equilibrio de cutáneo.