Colorete en tono teja: el único que consigue el efecto mejillas pellizcadas

Si hasta ahora, la buena cara la habíamos centrado en ocultar ojeras y en la mirada despierta, ahora se abre un nuevo frente que recuerda que la buena cara es también la tez sonrojada bajo el sol, las pecas naturales, en definitiva, el rostro desnudo… pero con efecto “mejillas pellizcadas”. Si nuestras abuelas lo practicaban en su rutina de “maquillaje” a la antigua, nada nos hace pensar que ahora no debamos desterrarlo. Pero ahora, la práctica se transforma y recurre a un infalible: el blush en el tono teja. Es el que sustituye a los pellizcos y evita la rotura de los pequeños capilares en la piel que provocaban ese enrojecimiento, a través del pigmento.

Logra la buena cara de un día soleado, el efecto natural (mucho más que un colorete rosado tradicional) y en versión cremosa es aún mejor. Desde hoy, el que debe acompañarte en el bolso a cualquier parte porque, a cara lavada, sólo necesitarás unos toques de colorete en tono teja (por muchas ojeras que lleves), para despertar el rostro.

El truco del tono teja

Aplicar este colorete supone también conocer las nuevas reglas. Y es que ya no se utilizan cantidades industriales de pigmento porque no hay nada más alejado de la naturalidad que pasarse de rosca. Además, tampoco se aplica con brocha (aunque hay un truco con ella que después te vamos a contar) ni se utiliza por todo el rostro de forma indiscriminada. Hay unos puntos estratégicos que se basan en los “puntos de sol”. Es decir, los puntos que sonroja el sol por sus volúmenes naturales. Aplica una ligera cantidad de pigmento con la yema de los dedos, en toquecitos (no frotes el producto, difumínalo siempre en dirección ascendente y con ligeras presiones), en la parte alta de las mejillas, rozando incluso parte de la ojera (la parte más baja que se funde con el hueso alto del pómulo), e incluye el puente o punta de la nariz según tu fisionomía. Y aquí hay que hacer un buen trabajo de observación y honestidad. Obsérvate en el espejo y la zona más pronunciada de tu nariz es ahora la que vas a colorear. No la ocultes: coloréala como lo haría el sol. El efecto natural está asegurado.

El mini truco de la brocha

Si te cuesta difuminar con la yema de los dedos, elige una brocha redondeada y de pelo suelto para hacer lo mismo. No corras por la piel con el producto, sino que se trata de difuminar con toques y presiones.

Los mejores tonos teja

Aquí, la lista de los mejores coloretes para guardar en el bolso desde hoy y sus tonos concretos. Búscalos ¡y no los pierdas de vista!