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Todas (o si no casi) tenemos un perfume de cabecera, ese al que no le podemos ser infiel o que, al menos, nunca sale de nuestra estantería y, aunque sea durante una temporada, vuelve a nuestro día a día. Son fondos de armario. Yo también tengo el mío y nunca desde que lo uso desde que era adolescente han dejado de preguntarme qué perfume llevo. Y lo mejor es que está más rebajado que nunca.
El perfume en cuestión es uno de esos que se adapta perfectamente a todos los gustos y situaciones. Es ligero pero tiene personalidad; es fresco pero tiene presencia y su fragancia dura todo el día. Es floral y afrutado pero apto para quien no es excesivamente amante de lo dulce. El perfume en cuestión es Happy de Clinique. Normalmente, el frasco de 100 ml ronda los 100 euros, pero ahora está rebajado a menos de 30.
El perfume de los 90 que nunca pasa de moda
Este perfume de Clinique es uno de los que elevó la marca de tratamiento al mundo de la perfumería, haciéndole un hueco que duraría más de dos décadas después. Fue creado en 1998 por Jean Claude Delville y Rodrigo Flores-Roux, que hicieron el caldo perfecto para abarcar todos los gustos y temporadas, pasase el tiempo que pasase.
Es una fragancia básicamente cítrica, aunque también se pueden percibir otras notas protagonistas. Las de salida son la naranja, toronja sanguina, mandarina hindú y bergamota. Estas son las que aportan la personalidad cítrica, pero en el mismo escalón se suavizan con la dulzura ácida de la manzana y la más afrutada de la ciruela.
En el corazón sigue la ligereza y la frescura, pero esta vez a cargo de las flores. Se encuentra en él el lirio de los valles, la fresia, la rosa y la orquídea. Esto hace que la fragancia también se divida entre un carácter floral blanco o simplemente floral que eclipsa un poco el primer golpe de los cítricos.
Además, las notas de fondo son mimosa, azucena, magnolia, almizcle y ámbar. Estas dos últimas también aportan calidez y, lo más importante, hacen que se fije la fragancia y que un perfume ligero y fresco dure todo el día y que apetezca ponértelo no sólo cuando sale el sol.