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Confiamos plenamente en la máscara de pestañas y lo cierto es que no es un producto todopoderoso. Es cierto que mejora mucho el aspecto de las pestañas, ya que las alarga y las curva, además de darles más intensidad. Pero podemos prescindir completamente de ella, gracias a que se ha vuelto a poner de moda el uso de la herramienta favorita de nuestras abuelas en los años 30: el rizador de pestañas.
Lo sabemos, es un básico entre los básicos, pero ahora más que nunca redes sociales como TikTok vuelven a hacerse eco de él. Incluso, sugiere que las pestañas se lleven directamente sin maquillar y sólo rizadas. Hasta mis amigas periodistas expertas en belleza han pasado a darle más importancia.
Cómo usar el rizador de pestañas
Seguro que lo has usado más de una vez, y, si lo has hecho bien, habrás comprobado que el resultado inmediato es como el de haber sometido tus pestañas a un lifting. Lo mejor es que, si se utiliza bien, el rizador de pestañas no tiene efectos nocivos ni las debilita.
Es importante usarlo siempre con las pestañas limpias y secas. Se usa cuando todavía no se ha aplicado la máscara de pestañas. Esta crea una especie de funda sobre los pelos que lo que hace es estirarlos y los curva, peor también fija esa forma. Esto hace que las pestañas estén más rígidas y, si las forzamos, como pasa con el rizador, pueden partirse.
En este caso, en el que se apuesta por sólo usar rizador de pestañas, para darles más intensidad, puedes aplicar antes un sérum de pestañas que las refuerce.
Este de Talika combina uno de día y uno de noche, que se ajustan al ritmo biológico natural de las pestañas. Está formulado con péptidos antiedad, flor de trébol rojo capaz de despertar las pestañas inactivas, proteína de la seda y activos energizantes y que mejoran la pigmentación, además de un complejo de la marca. Ayuda a que aparezcan más pestañas y que sean más largas.
Para mantener el rizo de las pestañas, aplica polvos sueltos sobre la goma de silicona del rizador. Los polvos actúan como una especie de fijador, que es lo que le da esa curvatura extrema a la pestaña, y conseguirán sostener el efecto lifting durante mucho tiempo.
Por último, usa un pincel para pestañas. Con la parte de las fibras, peinalas hacia arriba y sepáralas para que se abran como un abanico. Por último, con el mango del pincel, refuerza la curvatura en la raíz de las pestañas.
Qué rizador de pestañas elegir
Un aspecto desconocido para muchas sobre los rizadores de pestañas es que no todos valen para todas. Si tienes las pestañas más largas busca rizadores que sean más curvados, como este de Wet n Wild.
Si tienes las pestañas cortas elige uno más plano, como este de Tweezerman, del que no paran de hablar en redes. Llegará más fácilmente a todas las pestañas estén donde estén.
También puedes apostar por un rizador de pestañas eléctrico. Es una buena alternativa si eres de las que tiene miedo a pellizcarse con el rizador tradicional (algo que es realmente complicado que ocurra). Este tipo de rizadores se construyen como una pequeña barrita que se calienta y que riza las pestañas al pasar hacia arriba sobre ellas.
También puede funcionar como un rizador de pelo tradicional, es decir, como una pinza que engancha el pelo y que se riza al deslizarlo hacia arriba. Este tipo de rizador de pestañas es más fácil de usar, más rápido y consigue resultados más duraderos.
Este rizador de pestañas eléctrico de Smiling Shark incluye tres cabezales distintos, para que elijas el que mejor se adapta a tus pestañas y a tu destreza. Además, también se puede usar en tres temperaturas distintas.
