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Lo decían nuestras abuelas y nos lo han advertido nuestras madres, pero ahora es una farmacéutica, Belén Acero, titular de la Farmacia Avenida de América y especialista en dermofarmacia y nutrición, la que lo corrobora con razones de peso. “La piel de la cara y el cuerpo son bastante diferentes y, por lo tanto, debemos cuidarlas de diferente manera”, asegura.
Según esta experta, en la piel de la cara “hay muchas más glándulas sebáceas, por lo que es bastante más grasa que la piel del cuerpo (que es mucho más seca) y es más probable que aparezcan patologías que cursan con un exceso de grasa, como el acné o la rosácea".
"También es más fina, sobre todo en zonas como el contorno de los ojos, comisuras de los labios o aletas de la nariz", añade.
"Además, la piel de la cara está mucho más expuesta a factores como la radiación solar, las temperaturas o la contaminación durante la mayor parte del año, por lo que hay que protegerla con protección solar y antioxidantes de forma mucho más concienzuda que la piel del cuerpo. Por último, a nivel de envejecimiento, la cara, al estar mucho más expuesta a todos estos factores, envejece de forma más rápida que el cuerpo”, argumenta la farmacéutica.
La piel del cuerpo, "es bastante más gruesa, especialmente en zonas como codos, rodillas o plantas de los pies, lo que la hace mucho menos sensible que la de la cara. Y, en general, envejece más lentamente (a excepción de la del cuello y el escote que es fina y sensible), y notamos más tarde signos como arrugas o flacidez”, apunta la experta.
Por qué no usar la misma toalla para cuerpo y rostro
Lo obvio es que, como acabamos de ver, es que son diferentes. Pero hay mucho más allá:
- Brotes de acné y rosácea: usar la misma toalla para la cara y el cuerpo puede tener consecuencias negativas, especialmente para la piel de la cara: “En la piel del cuerpo hay células muertas, sudor y grasa (codos, rodillas, plantas de los pies), y si te limpias esa zona y luego la cara, estas sustancias pueden pasar al rostro y ahí taponar los poros y causar brotes de acné o de rosácea”, advierte Belén Acero.
- Foliculitis o impétigo: “En el cuerpo hay más cantidad de bacterias, sobre todo en zonas como axilas y pies, que podrían transferirse a la piel de la cara, pudiendo desencadenar infecciones como foliculitis o impétigo”, asegura la farmacéutica. Esta afección de la piel ocurre cuando los folículos pilosos se inflaman por una infección por bacterias estafilococos.
- Daño a la barrera cutánea y manchas: “Si lavamos las toallas del cuerpo con jabones irritantes o ponemos suavizantes, y luego nos secamos con ellas la cara, es posible que dañemos nuestra barrera cutánea, y eso en una piel ‘dañada’ con melasma, podría hacer además que empeoraran sus manchas”, según la experta.
- Irritación: también existe un riesgo mayor de sufrir irritaciones. Si por ejemplo estamos empezando a usar retinol y tenemos la piel de la cara algo irritada, o incluso nos estamos pelando, pasaría lo mismo, empeoraría esta irritación.
Medidas para no usar la misma toalla para la cara y el cuerpo
Es evidente, pero hay que decirlo: lo idóneo es usar una toalla para la cara y otra para el cuerpo.
- La toalla para la cara: “Lo ideal es que esté realizada en un material más suave, como algodón o microfibra, para evitar irritaciones. A la hora de lavarla hay que hacerlo con detergentes suaves, sin muchos perfumes ni suavizante, evitando de esa forma posibles irritaciones o alergias. Hay que secar la piel del rostro de manera algo más suave que la del cuerpo. Y lo cambiar de toalla cada 2 o 3 días, especialmente si tienes la piel con tendencia acnéica, para evitar que se acumulen bacterias y partículas de grasa que puedan empeorar ese acné”, aconseja la farmacéutica de la Farmacia Avenida de América.
- La toalla del cuerpo: “Estaría bien que la cambiáramos cada semana, y en este caso el material y la manera de secarnos no es tan importante, ya que la piel del cuerpo es, como hemos comentado, más resistente y no tiene esa propensión a irritarse tanto. Si tenemos alguna patología como dermatitis atópica, sí que sería recomendable prescindir de lavarla con detergentes con perfumes fuertes para evitar irritaciones”, concluye la experta.
Las mejores toallas para el rostro
Para el rostro puedes usar Muslin Cleasing Cloths de Eve Lom. Unas toallitas de muselina para limpiar y exfoliar suavemente la piel del rostro. Ayudan a reducir la apariencia de los poros y mejoran la textura y luminosidad de la piel.
También Silky Purifying Sponge Chief de Sensai. Una toalla de limpieza reutilizable, delicada e idónea para retirar productos de limpieza, exfoliantes y mascarillas.
Las toallitas limpiadoras Take The Day Off de Clinique retiran el maquillaje y son muy suaves. Se utilizan junto con un bálsamo desmaquillador para ojos y rostro.