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Hay perfumes que nos acompañan toda la vida y funcionan pase lo que pase. No tienen que ser fragancias de lujo ni tampoco excesivamente exclusivas, sólo tienen que oler bien y durar. Y por ese oler bien se entiende que sean fragancias frescas y bien equilibradas, con personalidad, pero que se adapten a la tuya.
Eso es lo que me ha pasado a mí con Sunflowers de Elizabeth Arden, un perfume floral y fresco, muy ligero, que nacía en el año 1993 y que, desde entonces, no ha parado de agotarse. Una de las razones es su precio: está disponible por 9 euros.
El perfume de Elizabeth Arden por el que siempre me preguntan
Otra de las razones por la que no he dejado de usar este perfume es porque siempre me han dicho lo bien que huelo cuando lo llevo puesto. Es una fragancia que huele a flores y a frutas y que tiene una personalidad muy fresca. Vamos, es lo que se entiende como oler a verano. Pero no pasa nada porque se adapta a cualquier temporada gracias a la luminosidad y energía propias de esa época y las ganas que tenemos siempre de que llegue ese momento del año.
Este carácter se lo otorgan sobre todo sus notas de salida, que son más cítricas por la bergamota y la flor de azahar. Pero solo dan un toque, ya que se completan con melón y melocotón, que hacen de este un perfume sinónimo de buen tiempo.
Ahora bien, la fragancia se adapta a todas las épocas del año porque es súper floral. Su corazón se construye con olivo, rosa, jazmín, raíz de lirio y violeta persa. Todos aromas dulces pero suaves, lo que hace que el perfume sea delicado.
Las notas de fondo son las que aportan intensidad al perfume con sándalo, ámbar y almizcle, que lo convierten también en una opción empolvada. Pero no toman demasiada presencia para que la fragancia quede equilibrada y no sea empalagosa ni pesada ni se tapen los cítricos que le conceden energía.
María Muñiz es experta en belleza. No hay tendencia en manicuras y pedicuras, truco de maquillaje o corte de pelo de moda que se le resista. Lo que más le gusta en el mundo es un pintalabios rojo que se pueda sumar a su colección de más de 100, además de probar lo nuevo en tratamientos para el pelo fino, aceites para labios, cremas de todo tipo, sérums y contornos de ojos posibles. Eso sin contar cada perfume que ve la luz. Si pueden ser perfumes florales y frescos, mejor.
Por eso, no puede vivir sin redes sociales, en las que bucea hasta que da con lo último que se lleva en cada espejo y neceser del mundo (hasta lo que pasa más desapercibido). Internet es su medio natural, se siente como pez en el agua después de una trayectoria de casi diez años en medios digitales, que comenzó cuando se graduó en Periodismo y Comunicación Audiovisual en la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid.
Desde entonces, María Muñiz ha pasado por cabeceras de moda y belleza como Harper’s Bazaar o Cosmopolitan como redactora de belleza. Ahora ha vuelto a ELLE, uno de los primeros medios donde pudo especializarse en la comunicación digital, para tomar las riendas de la sección de belleza, contarte todo lo que necesitas saber sobre novedades y tendencias y crearte alguna que otra necesidad.
