“Nieves, tú vales. Nieves, tú puedes”. Ese es el saludo que la top model Nieves Álvarez (Madrid, 1974) dedica a su reflejo en el espejo cada mañana. Toda una declaración de intenciones que parece tener sus frutos a este lado de la realidad. “Creo que estoy en un momento estupendo de mi vida”, nos cuenta nada más comenzar la entrevista. Y lo cierto es que todo en ella, su forma de andar, de caminar o de reírse, dan fe de ello. La top model madrileña protagoniza la primera entrega de la segunda temporada de la serie "Piel fuerte, piel joven", el proyecto de ELLE y Lactovit que pretende descubrir la historia que esconde la piel de mujeres inspiradoras.
Por su profesión, Nieves siempre ha sido consciente de la importancia de cuidar su piel y reconoce no tener miedo a envejecer: “Mi piel es distinta a la que tenía antes, a lo mejor no tengo el mismo cuerpo que tenía con 18, pero es que tampoco lo quiero. Cumplir años es un regalo”, sentencia. Hablamos con la modelo y empresaria en una inspiradora entrevista de la importancia de cuidarnos y aprender a querernos mucho, y querernos bien, de sus trucos beauty, sus maravillosos 50 y el mantra que rige su vida, basado en la constancia y el esfuerzo: "Que sepamos que todo, todo de verdad, todo en la vida, con trabajo y con mucho esfuerzo se puede conseguir". Dentro vídeo.
¿Qué ves cuando te miras en el espejo?
Pues aunque no lo creas, cuando me levanto y me miro al espejo por las mañanas, no me suelo mirar, digamos, lo que tengo, sino que me miro como un ritual de hacer mis ejercicios, de yoga facial, de activar la circulación. Y me digo: "Nieves, tú vales Nieves, tú puedes". Es una cosa que me encanta. Me miro como diciendo: "Vamos a por el día y tú puedes con ello".
¿Cómo ha cambiado tu relación con tu piel y tu forma de cuidarla a lo largo de los años?
Mi piel es distinta, pero siempre he sido muy consciente de lo importante que es tener una piel fuerte y de tener una piel joven. Cuando llegué a Paris, con mis 18 añitos, mi agencia dónde me mandó no fue ni a un gimnasio ni a hacerme un corte radical, me mandó a un dermatólogo, porque tenía pequeños granitos en la piel, y aprendí desde el primer momento que la seguridad que me daba tener una piel radiante era completamente distinta que cuando tenía granitos o imperfecciones, que entraba a los castings o me presentaba delante de los fotógrafos con la cabeza más baja. Cuando sabía que tenía una piel radiante entraba con más seguridad. Al final la piel, en mi profesión, es el lienzo sobre el que trabajan los maquilladores. Siempre me he cuidado mucho.
Desde Lactovit siempre recuerdan lo importante que es cuidar la piel de todo el cuerpo, no solo del rostro. ¿Crees que la piel del cuerpo es la gran olvidada?
Sí, así es: la piel del cuerpo es la gran olvidada. Para mí, hidratarme es algo básico. Mi madre siempre me decía que la edad de una mujer se suele ver en las manos y en los codos, y nos olvidamos muchas veces de ellos. Yo por la noche, por ejemplo, siempre me hidrato y me pongo mucha, mucha crema en los codos y en las rodillas. Es cierto que mi piel no es igual cuando tenía 18 años que ahora que tengo 50. Tu piel a lo mejor ahora la notas más seca, necesita más hidratación, necesita que la repares más. Yo soy consciente, pero no lo vivo como un problema, si no que aprendo a conocerme cada día. Yo no creo en cremas mágicas, creo en tener productos buenos. Con tu constancia y con tu rutina diaria es cuando consigues tener una piel bonita.
¿Qué tips de belleza has aprendido con los años?
He aprendido muchos tips de belleza, pero sobre todo he aprendido a quererme todos los días, a estar orgullosa de quién soy y, sobre todo, a ir evolucionando. Por muy difícil que parezca, viniendo de esta profesión, no me obsesiona ni tengo miedo a envejecer. Creo que cumplir años es un regalo. La edad es nuestro compañero de vida, siempre lo digo, y yo agradezco todos los días que tengo 50, que este año haré 51 y que espero cumplir muchos más. No tenemos que estar tan obsesionados con ese juicio que nos hace la sociedad y que nos hace vivir un poco estresados de lo que aparentamos de manera externa. A mí me gusta cuidar también lo que tengo dentro. Cuando tú te cuidas por dentro estás segura de quien eres. Yo tengo un montón de defectos, cosas que tengo que mejorar, pero lo que sé es que cada día, cuando me voy a dormir, estoy orgullosa de quién soy. Porque cómo eres por dentro es lo que luego tú reflejas. Es un tópico, pero es verdad: tú ves una persona muy guapa pero que por dentro está infeliz, la luz que irradia es de tristeza, es de que falta algo... Por supuesto que me gusta cuidarme, voy al gimnasio, yo soy una mujer superactiva, pero sobre todo me gusta cuidar lo que es Nieves por dentro.
Qué difícil es a veces escapar de ese juicio exterior, ¿verdad?
Vivimos en una sociedad que nos ponemos nosotros mismos mucha presión, también porque se nos juzga por todo. Y yo siempre tengo esta frase: "Mi vida la vivo yo, el resto la comenta". Tienes que saber muy bien quién eres, quién es tu gente y, de verdad, querernos un poquito más. Tenemos que aprender a querernos más. A veces intentamos gustar a los demás y lo más importante es, cuando te levantas por la mañana y te miras al espejo, que la persona que ves reflejada, la quieras. Cuando me preguntan: "¿Qué buscas?". Yo ahora solo quiero silencio, necesito mis ratitos de encontrarme a mí misma. Sabemos perfectamente lo que tenemos que hacer y cuál es la solución a determinadas cosas. Lo que pasa es que muchas veces el ruido, el estrés o las opiniones de todo el mundo nos causan un poco de confusión. Pero dentro de nosotros sabemos lo que tenemos que hacer.
Nieves, ¿podríamos decir que estás en tu mejor versión?
Estoy en la mejor versión del 5.0. La mejor versión del 5.1 estará por llegar (risas). Creo que estoy en un momento estupendo de mi vida. Tengo mucha suerte: me apasiona mi profesión, tengo unos hijos maravillosos, tengo problemas, como todo ser humano, y lidio con ellos y cada día para mí es un reto y tengo miedos, pero estoy en una versión de unos 50 años que jamás pensé que iba a llegar. ¡Guau! ¡Me encantan mis 50! (Se ríe). Imagino que como la mayoría de mujeres, noto cambios psíquicos, cambios físicos.... Es verdad que llegan los 50 y hay cosas que empiezan a cambiar, pero bueno, también sé perfectamente lo que quiero. Quizás los 50 sí que me han dado un punto más egoísta: antes siempre priorizaba a los demás. Todo el mundo era más importante que yo. Y ahora me he dado cuenta de que lo primero es cuidarme yo para poder cuidar a los demás. Y sí, pues a lo mejor no tengo el mismo cuerpo que tenía con 18, pero es que tampoco lo quiero. O sea, yo lo que quiero es tener salud, es que es lo más importante que tenemos. Tenemos que cuidarnos y afrontar la vida con los cambios que vienen.
Hacen falta más alegatos así para seguir cumpliendo años sin miedo a las velas sobre la tarta y con esa luz tan especial. Hablabas antes de la importancia de tener una piel fuerte y joven, ¿cuál es la clave?
Constancia, constancia y constancia. En la vida no hay mejor secreto de belleza. Cuando tú eres constante en la vida con algo, lo consigues. Nadie te regala una piel bonita, la piel bonita te la tienes que trabajar tú, es decir, puedes heredar una piel bonita… Uno de mis hijos nació con una piel de seda, pero esa piel tienes que cuidarla, tienes que trabajarla. Tengo dos niños y una niña, y mis hijos se ríen mucho cuando a veces les hablo de la importancia de limpiar la piel, de cuidarse, de hidratarse. Tengo algunas frases célebres que mis hijos me repiten: "Mamá, ya sabemos, la piel tiene memoria", (risas). ¿No nos alimentamos todos los días? ¿No bebemos agua todos los días? La piel la tenemos que hidratar, tenemos que darle de comer todos los días.
¿Algún consejo beauty que hayas aprendido de tu madre y tú ahora transmitas a tus hijos?
Mi madre es una mujer que tiene una piel increíble y siempre me ha dicho lo mismo: "Cuídate. No hace falta hacer grandes cosas, pero todo lo que hagas hazlo todos los días". Yo siempre la miro y digo: "Mamá, pero ¡si es que estás mejor que yo!". Incluso, a veces, cuando entramos en algún sitio, me lo dicen: "¡Pero qué piel tiene tu madre!"
Hoy te has convertido en embajadora de excepción de Lactourea, de Lactovit. ¿Qué es lo que más te gusta de esta gama?
Lactourea forma parte de mi vida desde hace mucho tiempo. Yo tuve la gran suerte de protagonizar el anuncio de televisión hace seis años, pero ya la utilizaba antes. ¿Qué me gusta de Lactourea? Que me regenera, que me hidrata y algo que para mí es muy importante, porque soy muy pesada con las cremas: no me gustan las cremas que me dejan, ¿sabes el momento que son como pegajosas? Me gusta que me deja la piel sedosa y el aroma. Hay cosas que siempre están en tu ritual de belleza, pues Lactourea forma parte de ella sobre todo por eso, por la parte de que regenera tu piel, la hidrata y la deja bonita.
¿Podrías regalarnos un último consejo de belleza?
Sobre todo, cuando nos estemos poniendo las cremas y nos estemos mirando al espejo, nos queramos y que sepamos que todo, todo de verdad, todo en la vida, con trabajo y con mucho esfuerzo se puede conseguir. Es mi mantra, lo aplico al mundo de la belleza y a todas las facetas de mi vida. En resumen, yo creo que el éxito de esa fuerza y esa juventud que buscamos es la rutina y el día a día. ¡Welcome a los 50! (Risas).
FUERZA Y JUVENTUD EN LA PIEL
“No creo en cremas mágicas, creo en utilizar productos buenos, en la constancia y en la rutina diaria”, señala la modelo. Por eso, ella confía en la gama Lactourea de Lactovit, que repara la barrera cutánea y aporta hidratación intensiva a la piel desde la ducha.
Ayudante de fotografia: Jorge Galindo. Maquillador: Ramón Ríos. Estilistas: Verónica Suárez y Jorge Gilarranz. Vestido de Pronovias. Zapatos de Martinelli. Arte: Pilar Perea. Alfombra de Kilombo Home, mesas doradas de Pepe Peñalver y candelabros de Sandra Marcos.