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Me he mordido las uñas desde que tengo uso de razón y ahora he tomado la decisión de parar de hacerlo y dejarlas largas para, entre otras cosas, poder apuntarme a todas las tendencias de manicura que nos esperan este 2025. Pero el resultado de castigar las uñas durante tanto tiempo, es que ahora crecen más débiles y finas y se rompen con mucha facilidad. Ante esta situación, ha sido mi manicurista la que me ha revelado el truco para transformar la calidad de mis uñas.
Hablo de transformar porque han cambiado radicalmente: he pasado de tener estas uñas como de papel a unas que crecen más rápido y que se notan más gruesas y ya ni siquiera se doblan.
Mi experta en uñas me recomendó el endurecedor que ella usa cada vez que le hace la manicura a sus clientas, pero también el que usa ella misma en sus manos. Es la Química Endurecedora de Valmy, un tratamiento que fortalece y blanquea las uñas gracias a que está formulado con limón y ajo, y que cuesta menos de 10 euros.
El endurecedor que prefieren los manicuristas para recuperar las uñas
Este endurecedor consigue mejorar la calidad de la uña gracias a los dos ingredientes clave con los que está formulado: el limón y el ajo. Ambos son dos elementos endurecedores y fortalcedores naturales para las uñas por excelencia.
El ajo repara la estructura dañada de las uñas, también da brillo y combate los radicales libres. Además es antibacteriano y ayuda a prevenir los hongos. Aporta minerales básicos para el crecimiento de las uñas, como el calcio y el magnesio, que también ayudan a conservar el esmalte.
Por su parte, el limón evita que se vuelvan frágiles y finas y que así se rompan o quiebren; las blanquea y evita que se pongan amarillas; y estimula su crecimiento. Como el ajo, es antibacteriano y evita la aparición de hongos.
Este endurecedor está creado sin formaldehído, una sustancia en principio endurecedora pero que, a la larga, vuelve más débiles las uñas y puede resultar nocivo.
Con el ajo y el limón le es suficiente para crear una barrera protectora sobre las uñas, que las protege y mejora progresivamente su aspecto y condición.
Mi manicurista a veces usa sólo el endurecedor, sin ningún esmalte encima, ya que unifica el tono de la uña y deja un aspecto muy brillante, como de manicura recién hecha.
