Cuando salió la noticia de que los encargados de dar las Campanadas en TVE este año serán a David Broncano y Lalachus, las redes sociales se llenaron de comentarios gordófobos que criticaban el peso de la cómica. La voracidad del odio ha sido tal que la vicepresidenta del Gobierno, Yolanda Díaz, ha salido en su defensa en X: "Siempre con Lalachus. Que las mujeres tengan un señalamiento mayor cuando están en la esfera pública es machismo. Todo mi apoyo, querida. Estamos orgullosas de verte en la televisión pública", ha escrito.

"Las críticas a Lalachus no son por el peso, sino porque es mujer"

Su mensaje coincidió con el que expuso en X el novelista Esteban Navarro Soriano, que se preguntaba en la red social si acaso alguien habló de la báscula cuando Ibai Llanos dio las Campanadas. "Que no os engañen, las críticas a Lalachus no son por el peso, sino porque es mujer", ha dicho.

Precisamente a lo largo de las últimas semanas sí ha sido el peso el tema más comentado acerca de las protagonistas de ‘Wicked’, Ariana Grande y Cynthia Erivo. Reconozco que en el instante en el que sale un vídeo o una foto de ellas durante la gira promocional de la película, me abalanzo a los comentarios, para ver qué comenta la gente, a sabiendas de que el peso va a ser el tema central, siendo siempre el de la cantante y actriz el que se comenta con especial saña.

"La preocupación por las personas delgadas envía un mensaje sobre quién creemos que merece cuidado"

“La preocupación del público por la delgadez de estas actrices refuerza el mito de que los trastornos alimentarios tienen un aspecto determinado y que "la anorexia por bajo peso" es la que define la historia de los trastornos alimentarios, cuando en realidad, sólo alrededor del 6% de las personas con un trastorno alimentario se considera que médicamente tengan un "bajo peso". La mayoría de las personas con trastornos alimentarios, incluida la anorexia, no parecen demacradas. La gran preocupación por las personas extremadamente delgadas envía un mensaje bastante claro sobre quién considera nuestra cultura digna de cuidado, confianza, simpatía y apoyo”, señala Oona Hanson, que ayuda a los padres a educar a sus hijos de forma ajena a la cultura de la dieta en la que estamos inmersos.

"La lucha contra la gordura disfrazada de preocupación por la salud no es útil"

Resulta interesante que Virginia Sole-Smith, autora de ‘Fat Talk. Parenting in the age of diet culture’, subraye que en realidad, el 'slim shaming' no es más que una señal de que la sociedad sigue empeñada en luchar contra la gordura, pues considera además que todos somos conscientes de que esa batalla contra la gordura disfrazada de falsas preocupaciones por la salud de una celebridad no es útil, del mismo modo que tampoco lo son los intentos de los medios de descubrir si Ariana Grande tiene un trastorno alimentario.

"Cuando los cuerpos reflejan la política en nuestra cultura, ignorarlos es improductivo"

Vivimos inmersos en un cambio cultural que abraza la delgadez a cualquier precio y que ha encontrado en el Ozempic a su mayor aliado, y si bien es verdad que ahora poner el comentario de “cómete un sandwich” en la foto de alguien en las redes sería castigado, decir “estás usando Ozempic, ¿verdad?” es algo completamente normalizado. En 'New York Times', la socióloga Tressie McMillan Cottom explicaba al hablar de ‘Wicked’ que no suscribe la extendida filosofía de “no hay que hablar del cuerpo de los demás”, pues opina que cuando los cuerpos reflejan la política en nuestra cultura, ignorarlos es improductivo.

"Lo que nunca es negociable es ser delgado"

“Internet está lleno de personas que comentan lo delgada que está Grande en esta película. Estamos en medio de una recuperación cultural del cuerpo femenino ideal, un cuerpo que ha de ser adecuado para nuestra política conservadora/autoritaria. Nuestra política ha vuelto a proyectar cuerpos delgados, pálidos y débiles. Lo ideal sería que quien tiene ese cuerpo sea rubia, pero eso en ocasiones es negociable. Lo que nunca es negociable es ser delgado. Esta es una película familiar, popular entre niñas y mujeres, que están viendo una política corporal de demacración. No debería ignorarse. La fragilidad física de Glinda socava el mensaje de su salud idealizada”, asegura.

La propia Ariana Grande ha hablado acerca de la forma en la que la gente está comentado su silueta. “Me he enfrentado a esto públicamente desde los 16 o 17 años, así que lo he escuchado todo. He escuchado todas las versiones de lo que está mal en mí, y lo arreglo y vuelve a estar mal por diferentes razones... Es difícil protegerse de ese ruido. Incluso si vas a una cena de Acción de Gracias y la abuela de alguien te dice: '¡Dios mío, estás más delgada! ¿Qué te ha pasado?’ o ‘¡Has cogido peso! ¿Qué ha pasado?’, ha dicho.

"Las celebs delgadas, blancas y rubias sacan provecho de un sistema de prejuicios corporales"

Sin embargo, asegura Virginia Sole-Smith, al final las famosas están defendido lo que Cottom llama “la política corporal de la delgadez” como estrategia de supervivencia en una cultura que no les permitiría tener tanto éxito sin ella. “No necesitamos especular sobre su salud mental o sus hábitos alimentarios; sus cuerpos no son nuestros misterios a resolver. En cambio, podemos decir que todas son mujeres con múltiples formas de privilegios significativos. Las celebridades delgadas, blancas y rubias eligen perpetuar y sacar provecho de un sistema de prejuicios corporales cuando podrían estar arriesgando incluso una pequeña parte de ese privilegio para rechazarlo e impulsar algo mejor”, opina.

ariana grande
Dominik Bindl//Getty Images
Ariana Grande en la alfombra roja.

Precisamente ahora Kate Winslet ha alzado la voz en ‘60 Minutes’ contra la presión a la que fue sometida de joven a causa de su peso, y sus palabras nos hacen ver que en realidad, las cosas no han cambiado tanto a la hora de juzgar la silueta de las celebridades. Esto demuestra que aunque es vital dejar de señalar el peso de las famosas, lo es también analizar lo importante que es tener en mente que como se convierten de forma no siempre voluntaria en modelos de conducta para millones de personas, no han de silenciar la presión a la que son sometidas y han de exponer públicamente el daño que los comentarios de los demás generan en ellas.

"Hablar del peso de los demás es negativo, pero hacer como que no está pasando puede serlo aún más"

Porque en realidad, lo que les pasa es un reflejo de lo que ocurre a quienes viven al margen de los focos, y ahora que se acerca esa época del año en el que la comida, cuánto comemos o dejamos de comer y nuestra apariencia son temas que lamentablemente, salen a la luz y se convierten en tema de conversación navideña, es importante recalcar que no está bien convertir los cuerpos en tema de debate sin olvidarnos de señalar también que muchas celebridades están perpetuando unos estándares de belleza que si bien antes eran criticados, ahora se están perpetuando ante el uso de fármacos como el Ozempic. Porque puede ser peligroso ignorar las conversaciones sobre la silueta cuando hay tantas miradas que se posan en el cuerpo... por cansinas que resulten. Hablar del peso de los demás es negativo, pero hacer como que no está pasando puede serlo aún más.