No es que lo digamos nosotras y nos hayamos empeñado en no parar de repetirlo, lo dicen los especialistas y los números: "El sol es el responsable del 80% de los signos de envejecimiento que experimenta una persona con exposición solar regular a lo largo de su vida". Así lo confirma Genoveva Lucena, farmacéutica en Farmacia La Espartería. Esto ocurre en el largo plazo, pero tampoco hay que dejar pasar muchos años para ver los estragos del sol en la piel. Basta con volver de vacaciones.

Al principio, una se ve al espejo y ve que su piel bronceada, se mira orgullosa, pero también saltan a la vista nuevas manchitas y también pequeñas arrugas que no estaban antes de la dosis (o de las últimas dosis) de sol cuando empezó el verano.

Cómo afecta el sol a la piel en el corto plazo

Lucena explica que, a la larga, el sol "favorece la rotura de las fibras de colágeno y elastina por aumento del estrés oxidativo y por activación de las enzimas metaloproteinasas, dando como resultado la aparición de arrugas.

Pero estas también pueden aparecer en el corto plazo por exposiciones como las que tenemos en verano. "A corto plazo, el sol favorece el engrosamiento de la epidermis y disminuye la capacidad de retención del agua. Esto favorece la deshidratación y la falta de elasticidad, haciendo que las arrugas que ya presentamos se vean más acusadas o que aparezcan nuevas", cuenta la experta.

Estas suelen aparecer "en todo el rostro, siendo más frecuentes en zonas de mayor gesticulación como contorno de los ojos, entrecejo, frente, surco nasogeniano…", indica. Y hay que tener especial cuidado con ellas a partir de los 30 años, cuando empiezan a aparecer y a multiplicarse, debido a que el colágeno y la elastina ya no son lo que eran.

Cómo combatir las arrugas que salen después del sol

Pero no te preocupes. Aunque sean arrugas más repentinas y parezca algo más dramático estas arrugas se pueden prevenir y paliar con ciertos ingredientes antiendad en nuestra crema diaria.

Se pueden suavizar y prevenir su aparición "con el uso de antioxidantes como la vitamina C, la niacinamida... y con ingredientes antiedad como el retinol, desde edad temprana con una visión preventiva", señala la farmacéutica.

Su crema favorita para tratar el fotoenvejecimiento se puede encontrar en la farmacia. En concreto es la crema facial para día y noche de Skin Routine by Paloma Sancho, también conocida como su paso número 4.

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Crédito: Amazon

"Contiene niacinamida, un potente antioxidante que no sólo disminuye el daño oxidativo del sol en la piel previniendo y tratando la aparición de arrugas, sino que, además, previene las manchas", explica sobre la crema Lucena.

"Además, lleva ácido hialurónico y ceramidas, que nos mantienen la función barrera de nuestra piel íntegra. Así evita la deshidratación de la piel y la consecuente sensación de falta de elasticidad y tirantez también muy característica en los meses de mayor exposición solar", añade.

Por supuesto, también es fundamental la protección solar alta para prevenir en la medida de lo posible y todo lo que esté en nuestra mano la aparición de nuevas arrugas.

Ya tienes aliado para el final del verano.