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Entramos en la era de la medicina estética regenerativa, esa que intenta, a través de sustancias inyectables una regeneración autóloga. Es decir, que tu piel se repare desde dentro, promoviendo la síntesis natural de sustancias estructurales (grasa, colágeno, elastina y ácido hialurónico). «Son tratamientos que renuevan la piel y en los que el propio organismo es el encargado de llevar a cabo la regeneración y el rejuvenecimiento del tejido», define la doctora estética y andróloga Natalia Ribé.
Son materiales que consiguen que el propio organismo se repare y rejuvenezca. Dentro de esta percha teníamos, hasta ahora, sustancias como el PRP (plasma rico en plaquetas), los Factores de Crecimiento y la grasa autóloga, pero son técnicas laboriosas que suponen la extracción previa, bien de sangre o de grasa, y su correcto tratamiento para ser inyectadas en el rostro.
Pues bien, las nuevas sustancias inyectables lograrían una bioestimulación de la grasa, el colágeno, la elastina y el ácido hialurónico más sencilla y menos costosa. No sólo eso, vendrían a solucionar otro problema que ahora ha hecho saltar todas las alarmas de la naturalidad y la inocuidad: el miedo a la huella estética. Es decir, a que las sustancias de relleno no se reabsorban al 100% y dejen secuelas.
«La dosis hace el veneno. Y algo tan bueno como el ácido hialurónico genera actualmente rechazo porque se está poniendo sin criterio médico ni estético. Hace 16 años me pasaba más de la mitad de la consulta desmontando falsos mitos sobre los neuromoduladores, ahora me pasa lo mismo con esta molécula», confiesa el doctor estético Julián Bayón. Por eso, la demanda actual pasa por mejorar de forma natural sin fillers (sustancias de relleno), caras hinchadas ni volúmenes exagerados.
Un ácido hialurónico que genera nuevos adipocitos
El primero de los inyectables con estas características sería un ácido hialurónico ultrapuro y sin aditivos químicos, que soluciona la pérdida de la grasa en el tercio medio de la cara, que se produce por la edad, las dietas de adelgazamiento estrictas o la práctica de deportes extremos. La promesa: estimular los adipocitos atrofiados y conseguir regenerarlos e incluso crear nuevos.
«Profhilo Structura es el primer y único inyectable de ácido hialurónico que la Agencia Europea del Medicamento ha aprobado para regenerar y restaurar el tejido graso superficial. Estamos ante un hito mundial, un paso más en la medicina estética regenerativa », recalca la doctora Ribé.
Se trata de la unión de dos ácidos hialurónicos, uno de alto peso molecular y otro de bajo peso molecular, que se fusionan de forma térmica (tecnología patentada NAHYCO) y tienen la capacidad de reparar la grasa perdida. «No es un relleno. Es absolutamente distinto a todo lo que existe en el mercado. Es un activador celular que regenera el tejido graso subcutáneo que perdemos a partir de los 40 o 50 años», aclara.
Se infiltra mediante cánula, en un único punto de entrada, y en dos trazos que dibujan un siete invertido y dejan depositado el producto en pómulos y zona peauricular, que es dónde están colocados naturalmente los paquetes grasos.
Son necesarias de una a dos sesiones y los resultados se disfrutan mínimo durante un año. «Llevo usándolo desde mayo de 2023 y el 60% de mis pacientes conserva los efectos hasta año y medio después», asegura la experta.
¿Qué resultados? Consigue lo que se denomina un lipolifting facial. Para aterrizar el anglicismo: «Suaviza las comisuras de la boca, los surcos nasogenianos, las arrugas perioculares, recupera el óvalo facial y el volumen graso que teníamos hace 10 años», asegura Natalia Ribé.
Con un valor añadido: no deja huella estética. Algo que cuesta creer teniendo en cuenta que se trata de un ácido hialurónico. «El agente reticulante BDDE (Butanodiol Diglicidil Éter), que llevan todos los ácidos hialurónicos reticulados (los que actúan como relleno), es el que deja huella estética, porque no se reabsorbe. Sin embargo, Profhilo Structura no lleva ningún agente reticulante ni aditivo», confirma Ribé.
Polinucleótidos bioestimuladores
Otro de los inyectables arropado bajo la percha de la medicina estética regenerativa son los polinucleótidos, que consiguen la bioestimulación o inducción natural de colágeno, elastina y ácido hialurónico. «Son componentes de ADN que provienen de las gónadas (testículos) del salmón», define el doctor Bayón.
Los médicos llevan alrededor de tres años poniéndolos en nuestro país con muy buenos resultados. «Entramos en el campo de la bioestimulación sin relleno, ya que impulsan al organismo para que se regenere con sus propios materiales: colágeno, elastina y ácido hialurónico», cuenta el Dr. Bayón.
El procedimiento es el siguiente: se infiltran en la dermis con agujas, si se trata de la cara, y con cánulas, si es un tratamiento corporal, y pueden ser necesarias entre tres y cinco sesiones.
Se recomienda una sesión de mantenimiento al año, que es el tiempo que se estima que dura su efecto.
Tienen aplicación en cara, contorno de los ojos, cuello, escote, manos, glúteos, abdomen, codos, rodillas e incluso a nivel capilar. «En cualquier zona dónde el envejecimiento es más acusado», apunta Julián Bayón.
Tienen un efecto inmediato y también a largo plazo. «La mejora de la hidratación, luminosidad y nutrición de la piel es inmediata. Pero hay que esperar aproximadamente dos meses a que se produzca la síntesis de colágeno», aclara la doctora estética Ana Beltrán, del equipo Martín del Hierro & Amselem.
El resultado es una piel más engrosada, con menos arrugas finas, menor flacidez y, en definitiva, menos envejecida.
Flacidez, arrugas y manchas incipientes
Eso sí, son para un target de población más joven: entre los 30 y los 45 años. «Los polinucleótidos sintetizan colágeno tipo I, que es más natural y más elástico, y es el que necesitan las pacientes más jóvenes», asegura la doctora Beltrán.
Digamos que estos vienen a solucionar la flaccidez, las arrugas y las manchas cuando estas todavía son incipientes. «Abarcan un perfil de paciente que hasta ahora sólo se ponía neuromoduladores y rellenos, pero para el que no había un producto específico», detalla la Dra. Beltrán.
Cuentan, además, con la ventaja de tener un potente efecto antioxidante y antimanchas. «Los polinucleótidos promueven una síntesis de melanocitos correcta, ayudando a mejorar el mecanismo de formación de la melanina. El resultado son menos manchas y las que hay se aclaran», asegura el médico Julián Bayón.
Pero no se les puede atribuir una capacidad antimanchas. «No son capaces de quitar por sí solos una mancha, únicamente lo logran si están asociados a tratamientos despigmentantes», puntualiza Ana Beltrán.
Otra de las grandes ventajas es que tampoco dejan huella estética, al estar altamente purificados y vehiculizados en suero fisiológico. «Su acción se produce, precisamente, cuando el producto ya no está de forma física, se va reabsorbiendo y eliminando en las primeras 12/24 horas. En este sentido, se asemeja a los cócteles de vitaminas, tu cuerpo los reabsorbe y entonces se pone a producir materiales propios», detalla el doctor Bayón.
Sin embargo, la Dra. Beltrán no es partidaria de tomarse este claim al pie de la letra: «Todos los productos que inyectamos en el cuerpo dejan un rastro, ya sea un urbason o un ácido hialurónico, por sus aditivos».
Amor Sáez es periodista colaboradora de ELLE y ELLE.ES, especialista en belleza, salud, fitness y nutrición. Experta en medicina estética, cirugía estética, dermatología y estética. En el año 2018, la SEME (Sociedad Española de Medicina Estética) le otorgó el premio “Profesor Juan Ramón Zaragoza” por su labor periodística. Casi todo el mundo en el sector médico la conoce –cirujanos, médicos, dermatólogos, esteticistas-. Su gran pasión es hacer artículos de investigación, contar con fuentes reputadas, contrastar la información y poner siempre todo en duda, probarlo y experimentarlo antes de contarlo o recomendarlo.
La duda, el escepticismo y las ganas de saber siempre más le corren por las venas. Le gusta profundizar en los temas, no quedarse en la superficie, y darle un enfoque serio y científico a la belleza, que lo tiene.
Miembro del jurado de los Premios de la Academia del Perfume 2022, miembro del jurado de los premios de belleza AR 2018 y miembro del jurado Premio L’Oréal en la Mercedes-Benz Fashion Week 2016. Empezó haciendo Sociedad, Economía, Cultura y Deporte en Cambio 16. Uno de sus reportajes fue reproducido en ‘Le Courrier International’ y ha sido entrevistada en ‘Radio Francia’, COPE Cool, Radio Intereconomía (espacio Belleza Capital) y Decisión Radio (espacio ¿De qué hablo cuándo hablo de belleza?), entre otros medios.
La vida quiso que terminara escribiendo de belleza y salud y lleva 20 años colaborando en ELLE y ELLE.ES. También ha colaborado en otras revistas del grupo Hearst (Cosmopolitan, Women’s Health, Men’s Health, Runners, Esquire, Crecer Feliz). Y ha publicado artículos en otras webs y revistas femeninas del sector como Vanitatis y YO DONA.
Es licenciada en periodismo por la Universidad Complutense de Madrid y Especialista en Comunicación y Gestión Política por la misma universidad.