- ELLE Talks All In One: El auge del movimiento 'Body positive'
- La columna de Xuan Lan en ELLE febrero: Amor propio
- Todos me dicen que ame mi propio cuerpo
El movimiento 'body positive' aboga por aceptarnos tal y como somos al margen de los cánones impuestos por la sociedad y que las redes sociales no cesan de difundir. Las imágenes con las que somos bombardeadas no hacen más que generar la necesidad de perseguir esos cuerpos soñados para no ser rechazadas y nos incitan a comparar constantemente nuestra silueta generando un incipiente malestar.
“Cuando una persona se expone constantemente a ver en redes sociales personas exhibiendo su cuerpo y rostro operados, con filtros, ropa de moda, haciendo deporte… puede mermar la autoestima hasta conseguir que baje a un nivel que nunca hubiera imaginado. Es cuando se pierde la objetividad sobre uno mismo y se infravaloran buscando en una operación la autoestima que han perdido”, dice Judith Mesa, terapeuta en Vivofácil.
"El objetivo que tienen es la aceptación de uno mismo, así como la aceptación social en el entorno más próximo y/o en redes sociales. Tienen la creencia de que tener determinado aspecto les va a proporcionar un mayor éxito y aceptación”, asegura. El movimiento cuestiona el paradigma de belleza y salud para fomentar así la aceptación de todo tipo de cuerpos. Asimismo, su relación con la cirugía estética plástica no es aislada, y no necesariamente tiene algo que ver con las críticas al movimiento.
“La cirugía estética plástica, busca mejorar la relación que tenemos con nosotros mismos, y las intervenciones apuntan cada vez más a resultados naturales. No se trata de cambiar tu cuerpo, sino de mejorar tu autoestima. Esta es una de las razones por la cual no se debe demonizar a la cirugía estética”, dice la presidenta de la AECEP, la Dra. Isabel Moreno. “Puedes tener confianza en ti misma, puedes amarte tal y como eres, y aún así, desear hacerte algún tratamiento estético o plástico, porque ambos tipos tienen como objetivo realzar tu belleza natural”, señala la doctora.
¿Podría tener sentido decir, entonces, que la cirugía puede ser clave para aceptar nuestro cuerpo? “En la mayoría de los casos la solución para aceptar el cuerpo no es modificar el aspecto físico, ya que puede que haya una problemática que sea más mental o emocional que se esté pasando por alto. Lo conveniente sería ponerse en manos de un terapeuta especializado o psicólogo para analizar en profundidad la situación de esta persona”, dice Judith Mesa.
“Cuando se ahonda en el motivo que les conduce a una intervención quirúrgica, en general se encuentra a personas que tienen una imagen distorsionada de su físico con problemas mentales o relacionales: baja autoestima, aceptación del entorno, dismorfobia, trauma infantil, y/o adicciones”, añade.
Es innegable que la industria de los procedimientos cosméticos ha creado un estándar de belleza ciertamente clasista, elitista y alcanzable únicamente para personas que pueden pagar esos costosos procedimientos. Sin embargo, ni la cirugía es anti feminista ni conlleva ‘per se’ un movimiento empoderador. "Cuando en mi primer libro dije que no me gustaba el botox y que pensaba que era algo malo, no sabía bien ni lo que era. Tenía 32 años, por lo que no tenía ni idea de lo que era envejecer. Nunca escuchéis la opinión de una mujer joven sobre el uso de botox. Esperad a que tenga 47 años y lleve diez sin dormir, porque entonces puede haber cambiado su parecer. Puedes ser feminista, depilarte, maquillarte y teñirte el pelo, pero por alguna extraña razón recurrir a retoques que te hagan lucir mejor no está permitido. Volveré a ponerme botox y daré las gracias a la ciencia y a Dios por haber inventado algo que haga parecer que he tenido alguna vacación en los últimos años", explica Caitlin Moran en el Festival de Literatura Expandida.
A la hora de plantearnos si está reñida la cirugía con la idea de amarnos a nosotras mismas, hay opiniones controvertidas al respecto, como explica para terminar Judith Mesa. “Hay quien cree que se quiere mucho a sí mismo pero que lo hace para mejorar y sentirse mejor. Otros son los que quieren mejorar o hacer un cambio, pero porque se sienten arrastrados o presionados por lo que ven en redes sociales y buscan. En este último caso, el origen en general es un problema de amor propio, autoestima y deseo o fantasía de ser aceptados socialmente. Lo más recomendable es buscar ayuda y que un profesional analice el caso para que la decisión de someterse a una operación de tal calibre que supone un cambio de imagen no venga dada por una moda u obsesión”, asegura.