El frío puede tener un impacto significativo en la piel. La piel es la barrera más importante que protege nuestro cuerpo contra el medio ambiente y, cuando se expone a temperaturas frías, puede sufrir daños. Aquí hay algunos de los efectos del frío en la piel.

Resecamiento

El frío y el viento pueden hacer que la piel se seque y se agriete, lo que puede ser doloroso y puede provocar una infección.

Piel con descamación

La piel seca puede descamarse y causar ampollas.

Enrojecimiento

La piel puede enrojecerse y ponerse sensible al frío, lo que puede ser incómodo y doloroso.

Vasoconstricción

El frío puede reducir el flujo de sangre a la piel, lo que puede provocar una sensación de frío y hacer que la piel sea más propensa a lesiones.

Quemaduras por frío

La piel puede quemarse por el frío, especialmente en condiciones de viento y humedad baja.

Eczema

El frío puede empeorar los síntomas del eczema, incluyendo picazón, inflamación y descamación.

Inmunidad reducida

El frío puede debilitar el sistema inmunológico, lo que puede hacer que la piel sea más propensa a infecciones y enfermedades.

Para proteger la piel del frío, es importante mantenerla hidratada usando cremas y lociones hidratantes. También es importante cubrir la piel con ropa adecuada y protegerla de los elementos climáticos. En caso de exposición prolongada al frío, es importante tomar medidas para calentarse rápidamente y evitar lesiones graves.

Ahora bien, ¿cómo podemos profundizar aún más para cuidarnos mejor y no arruinar todo el trabajo de un año, en unas semanas de frío polar?

Pues bien, hemos reunido los mejores consejos de los expertos en dermatología para que las temperaturas bajo cero no arruinen el esfuerzo.

daños del frío en la piel
LAUNCHMETRICS SPOTLIGHT

Los consejos de los dermatólogos

La importancia de la Vitamina C

La vitamina C, en concreto en su forma más pura, que es el ácido ascórbico, es uno de los activos más importantes a tener en cuenta en estas épocas. Tiene el poder de estimular la síntesis de colágeno, neutralizar los oxidantes y mantener la piel sana.

Y es que con el tiempo, de sobra ya sabes que el colágeno se va perdiendo de forma natural, presentándose en forma de signos de envejecimiento. Pues bien, así explica la Dra. Andreyna Mota, medico estético y directora de Medestetic Clinic en Sevilla, por qué es tan necesaria añadirla a tu rutina facial en invierno: "En los días más fríos del año, la piel se reseca más debido al frío y la baja humedad del aire, por lo que al utilizar la vitamina C en su rutina facial, el paciente acaba siendo beneficiado con la hidratación de la piel".

Añade además que "los cosméticos que poseen vitamina C en su composición, ayudan no sólo a mejorar la hidratación, sino también a ralentizar el envejecimiento de la piel, suavizando las arrugas y líneas de expresión". Y no sólo eso, recuerda que "ayuda a disminuir los poros dilatados y equilibrar las oleosidades, evitando así también el acné".

¿Cómo elegirla bien?

Recuerda que para que tu vitamina C sea efectiva, tienes 3 opciones en el mercado. Por un lado, los cosméticos que incluyen la forma más pura de vitamina C, es decir, con ácido L-Ascórbico. Es la más efectiva, pero también la más cara. También están los cosméticos con derivados de la vitamina C, como el palmitato de ascorbilo, el fosfato de ascorbilo y magnesio... moléculas derivadas del ácido ascórbico más asequibles que aunque tienen menos eficacia que el primero, son estables y no se oxidan tan rápido. Y por último, cosméticos con vitamina C nanoencapsulada. Es decir, en esta formulación, las moléculas de ácido ascórbico están rodeadas de nanocápsulas que las protegen para que no se oxiden. Ahora bien, aunque son estables, no tienen tanta eficacia como las opciones anteriores. Eso sí, son más asequibles.

daños del frío en la piel
LAUNCHMETRICS SPOTLIGHT

Consejos para los días más fríos

Nos los han dado los expertos de la unidad dermatológica de la Clínica Diagonal de Barcelona, conscientes de que en esta época en la que cubrimos más la piel por el frío, también la cuidamos menos, olvidando algunas cosas sencillas. Ahí van algunos tips que conviene recordar para cuidar la piel durante el invierno.

Duchas con agua tibia

Dicen los expertos que los cuidados de la piel comienzan en la ducha. Y es que, tal y como afirman los dermatólogos, las duchas deben durar entre 5 y 10 minutos y han de hacerse con agua tibia (y no hirviendo). "Aunque con el frío nos apetezca más una ducha con agua caliente, la temperatura debería rondar los 30 y 35 grados centígrados". La razón: una ducha a más de 38 grados contribuye a resecar más fácilmente la piel y a formar eczemas. Y además, no es recomendable ducharse en esta época más de una vez al día.

Recuerdan también utilizar geles suaves, no usar esponja y utilizar nuestras manos para aplicarlo.

Regula la calefacción

Sucede lo mismo que con el agua de la ducha, porque la temperatura ambiental también afecta a la piel. Y desde la clínica insisten en que la calefacción no debería superar los 21 grados para mantener una humedad relativa de 40 a 50%. "Cuando los ambientes son más secos y la temperatura de la calefacción es más alta, se puede notar sequedad en la piel, la nariz y los ojos". Además, hay que recordar que los cambios bruscos de temperatura son causantes muchas veces, especialmente en las pieles más sensibles, de la rotura de capilares en el rostro, sobre todo en la zona de las mejillas.

daños del frío en la piel
LAUNCHMETRICS SPOTLIGHT

La hidratación de la piel en invierno

No sólo es importante hidratar la piel tras secarla con pequeños toques de toalla después de la ducha, sino elegir bien la hidratante corporal. Es decir, elegir tu crema en función del tipo de piel. Si tienes la piel grasa, ten en cuenta que es más resistente y será importante usar geles suaves que sean oil free. Si por el contrario es más seca, necesitarás elegir una textura más rica.

La fotoprotección

Tan importante en verano como en invierno. Y así nos lo recuerdan los especialistas: "en la nieve se refleja el 80% de la radiación solar y se incrementa la cantidad de rayos UV a los que estamos expuestos". Si no vas a ir a esquiar, igualmente, ¡no te olvides de la fotoprotección!

Los tejidos con los que nos vestimos

Nos abrigamos más, si. Pero para cuidar la piel es importante elegir tejidos transpirables pues dicen los expertos que "el exceso de ropa muy oclusiva contribuye a una sudoración excesiva y puede causar problemas en la piel como la foliculitis".


Headshot of Blanca Del Río

Blanca del Río es experta es belleza y estilo de vida. La salud mental y la creatividad son otros dos pilares de inspiración para escribir. No se le escapa un color nuevo de pelo, un corte, una sombra de ojos o una forma viral de hacerse el 'eyeliner'. Le fascina adentrarse en el mundo de la alimentación, indagar en cómo se cuidan en todas las partes del mundo y qué podemos aprender de todos esos rincones para mejorar nuestra salud, por dentro y por fuera. Así que no es de extrañar que tan pronto te encuentres un artículo suyo sobre lo más visto en el backstage de París en maquillaje, como temas referidos a cómo explotar tu lado más creativo, cómo gestionar tus emociones o cómo aprovechar mejor tu energía.  Las redes sociales son una de sus fuentes pero no tiene FOMO, porque donde más inspiración encuentra para escribir sobre cualquier tema, es en los libros. Devora todo aquello que sale al mercado en forma de ensayos y manuales sobre todos los temas que aborda a diario, pero pocas veces la encontrarás leyendo una novela (y menos de amor).  Blanca se graduó en Periodismo en la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid, se formó como 'cool hunter' en la escuela de moda, arte y diseño IED de Madrid, así como en fotografía y artes visuales y digitales con los mejores profesionales.
Mientras tanto, ha podido completar su expertise con grandes expertos en el terreno de la belleza, la salud y el bienestar gracias a su trabajo en medios de comunicación especializados del ámbito digital, en los que ya acumula más de 15 años de experiencia.