¿Acaso no querrías saber más de una mascarilla facial de la que dicen de ella que resuelve cualquiera que sea el problema en tu piel? Y no sólo esto, sino que dicen de ella que tiene “vocación sanadora”, que es en formato polvo y tú tienes que convertir después en mousse y que tienes que dejar que haga su magia durante 45 minutos. Pues evidentemente, cualquier ser humano o gato que sienta curiosidad, va a picar.
Subimos la apuesta. Se llama ‘The Problem Solver’: buena declaración de intenciones. La marca que está detrás es May Lindstrom y efectivamente, es una mascarilla ‘handmade’ muy sorprendente que tiene la capacidad de resolver cualquiera que sea tu preocupación. Y cualquiera es CUALQUIERA: desde el acné pasando por la irritación, la rosácea, cuperosis, manchas, flacidez, envejecimiento…
“Recuerdo que cuando creaba fórmulas a medida para mis clientes con problemas cutáneos graves -de eso hace ya unos cuántos años-, esta mascarilla funcionaba de maravilla en pieles que no respondían a ningún otro tratamiento y se adaptaba a cada desafío que mi piel sensible planteaba. En ese momento, vi claramente que tenía que compartir este tesoro con el resto de la gente. Ya sea una piel con acné, con falta de luminosidad, irritada o sana, esta mascarilla siempre es mi mejor opción. El impacto que un solo producto puede aportar a un ritual de belleza es incomparable con el de esta mascarilla. A diferencia de otras mascarillas a base de arcillas, esta no reseca la piel mientras actúa”, explica Jordi Cabezas, farmacéutico y co-fundador de jcApotecari, templo en el que encontrarás la mascarilla en cuestión.
La textura
The Problem Solver se presenta en textura polvorosa pero al mezclarse con el agua se convierte en una “mousse de chocolate”. Una vez que se extiende sobre la piel, comienza a liberar calor y hay que dejar que trabaje durante 45 minutos, así que reserva un ratito de relax en tu semana, porque es una mascarilla “anti-prisas”.
Los ingredientes
La lista de ingredientes que están en la fórmula de esta mascarilla parecen la receta de un plato exótico. Pero no, son todos los ingredientes que harán que tu piel vuelva a estar nueva.
Lleva cayena (clave para combatir el acné, estimular el flujo sanguíneo de la piel, reducir la inflamación y la hinchazón, proporcionar antioxidantes, carotenoides, flavonoides y vitaminas A, C y E); nuez moscada (antifúngica y antibacteriana, aclarador natural de la piel); clavo (con efecto estimulante, ayuda a reducir el agotamiento y la fatiga además de ser anti-bacteriano); canela (facilita la síntesis de colágeno); cacao (con poder antioxidante -un grano de cacao contiene 621 antioxidantes en comparación, por ejemplo, con los 32 que contiene un arándano-, además de reducir el estrés); carbón de bambú (utilizado en Asia para limpiar la piel en profundidad, conocido como el “diamante negro” de los curanderos porque es capaz de tratar absolutamente todo, desde acné a eccemas); arcilla Rhassoul (un ingrediente que aporta una luminosidad increíble a la piel además de ser efectivo en la limpieza desintoxicación de la misma); arcilla Tierra de Fuller (aclara la piel y absorbe el exceso de grasa) y sal hawaiana (de color rojo, rica en hierro, ideal para dejar la piel suave y saludable).
Cómo se usa
Para usarla, mezcla una cucharada de polvo con menos de una cucharada de agua. Se formará una espuma suave en forma de mousse que deberás extender sobre la piel con un pincel o brocha. Deja actuar cómo mínimo media hora (45 minutos es lo ideal). Durante este tiempo es normal sentir hormigueo y calor, la fórmula está trabajando.
El consejo experto
Desde jcApotecari recomiendan, antes de retirarla, darte una ducha tibia. El vapor del agua rehidratará la mascarilla antes de enjuagarla y te permitirá dar un masaje al rostro con los dedos para aprovechar al máximo su potencial.
Precio: 102 € / 250 ml.