¿Cómo es que la flor más sencilla de la naturaleza es además la más potente? Esta pregunta es lo que hace tan especial a esta línea cosmética de Yves Rocher, de la que forma parte el bálsamo al que me enganché desde su primer uso.

Antes, un poco de contexto, porque es necesario para conocer otra de las cosas que lo hace tan atractivo: su historia.

La camomila silvestre que utilizan en Yves Rocher para esta línea contiene toda la riqueza fito-molecular de la naturaleza. La razón: que es cultivada siguiendo los principios de la agroecología en La Gacilly. Los campos bio de la marca de camomila son de los primeros que utilizaron (se cultiva así desde 1979). Actualmente, se ha seleccionado una variedad de camomila silvestre que es particularmente rica en ingredientes activos y que se cultiva garantizando una perfecta trazabilidad según los métodos de cultivo de la agroecología.

camomila
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La agroecología

Si no sabes lo que significa, te contamos que la agroecología es la perfecta simbiosis entre agricultura y biodiversidad. Se aprovechan así al máximo los ecosistemas que nos rodean de forma equilibrada, asegurando siempre la calidad de las plantas.

Tantos años estudiando a la camomila dieron sus frutos y vieron que su eficacia resulta especialemente beneficiosa en las pieles sensibles. Así que desarrollaron la línea Sensitive Camomile con este fin, con un 98% de ingredientes de origen natural, para hidratar, calmar y refozar las pieles más sensibles y reactivas.

Y aquí es donde entra en juego uno de mis desmaquillantes favoritos, la crema limpiadora de la línea. Además de su precio (sólo cuesta 5,95 €), limpia en profundidad, aplicarlo en la piel es una auténtica delicia, es suave, cremosa y no es pegajosa. Se elimina bien con agua y deja la piel extremadamente sedosa y limpia.

crema desmaquillante
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Un plus. No utilizan aceites minerales ni siliconas y sus frascos son de vidrio o envases reciclables, con plástico 100% reciclado.

No sólo es lo de dentro, también lo de fuera. Y es que en los nuevos tiempos que corren, todo cuenta.

Headshot of Blanca Del Río

Blanca del Río es experta es belleza y estilo de vida. La salud mental y la creatividad son otros dos pilares de inspiración para escribir. No se le escapa un color nuevo de pelo, un corte, una sombra de ojos o una forma viral de hacerse el 'eyeliner'. Le fascina adentrarse en el mundo de la alimentación, indagar en cómo se cuidan en todas las partes del mundo y qué podemos aprender de todos esos rincones para mejorar nuestra salud, por dentro y por fuera. Así que no es de extrañar que tan pronto te encuentres un artículo suyo sobre lo más visto en el backstage de París en maquillaje, como temas referidos a cómo explotar tu lado más creativo, cómo gestionar tus emociones o cómo aprovechar mejor tu energía.  Las redes sociales son una de sus fuentes pero no tiene FOMO, porque donde más inspiración encuentra para escribir sobre cualquier tema, es en los libros. Devora todo aquello que sale al mercado en forma de ensayos y manuales sobre todos los temas que aborda a diario, pero pocas veces la encontrarás leyendo una novela (y menos de amor).  Blanca se graduó en Periodismo en la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid, se formó como 'cool hunter' en la escuela de moda, arte y diseño IED de Madrid, así como en fotografía y artes visuales y digitales con los mejores profesionales.
Mientras tanto, ha podido completar su expertise con grandes expertos en el terreno de la belleza, la salud y el bienestar gracias a su trabajo en medios de comunicación especializados del ámbito digital, en los que ya acumula más de 15 años de experiencia.