Si siempre te has apuntado al gym para modificar tu cuerpo o para adelgazar, y sólo te sientes motivada desde el castigo, o cuando “te toca” ir para compensar después de comerte unas magdalenas; te ruego que sigas leyendo este artículo.

Mantener una relación sana y de verdadero bienestar con el movimiento, es de los pasos más difíciles que he visto atravesar en las personas que acompaño. De hecho, a mí misma me costó aceptar que mi relación con el movimiento no era tan sana como aparentaba ser.

Y es que por más ejercicio que una vaya a hacer, si se hace desde el castigo, el perfeccionismo, la obsesión, o la compensación, no es muy saludable que digamos.

¿Es posible tener una relación sana con el ejercicio?

Las redes sociales nos llenan de vídeos de abdominales y mitos de la nutrición, así que se puede sentir que lo que hacemos nunca es suficiente. Además, dudamos si será realmente posible algún día hacer ejercicio sin vivir pensando en adelgazar. Así que:

  • Redefine tu relación con el ejercicio: En lugar de ver el ejercicio como una obligación para cambiar tu apariencia, empieza con una meta que tenga que ver con disfrute, conexión, salud, o autocuidado. No para modificar el cuerpo. El ejercicio puede ser una oportunidad para celebrar lo que tu cuerpo es capaz de hacer, en lugar de castigarlo por lo que no.
  • Encuentra lo que te gusta: Nos apuntamos a gimnasios sin cuestionarnos si los disfrutamos, y/o empezamos retos que nos prometen resultados rápidos pero que resultan agotadores o poco realistas. Busca actividades que se adapten y te gusten a ti. Si no te gusta, ¿de dónde vas a sacar la motivación para ir?
  • Abraza la variedad e incluye placer: El ejercicio no tiene por qué ser monótono o aburrido. Experimenta con diferentes formas de movimiento y descubre lo que te gusta. Desde clases grupales hasta entrenamientos en línea, hay infinitas opciones para explorar. No tengas miedo de probar algo nuevo y permitirte divertirte en el proceso.
  • Escucha a tu cuerpo: La clave para una relación saludable con el ejercicio es escuchar y responder a las necesidades de tu cuerpo. Aprende a distinguir entre la fatiga normal después del ejercicio y el agotamiento excesivo. Respeta los límites de tu cuerpo y practica el autocuidado, incluyendo el descanso adecuado y la recuperación.
  • Observa si hay trauma con movimiento: Esto pasa cuando nos han forzado demasiado a movernos o nos han juzgado y se han burlado de nuestros cuerpos en algún ambiente de ejercicio. Observa si al moverte se dispara un recuerdo del estilo, y cambia de ejercicio mientras vas sanando tu relación con el mismo.
  • Practica la gratitud corporal: En lugar de enfocarte en lo que tu cuerpo no puede hacer o en cómo se ve en comparación con los demás, practica la gratitud por todo lo que tu cuerpo te permite experimentar y hacer. Agradece su fuerza, ​​su resistencia y su capacidad de movimiento, independientemente de su forma o tamaño ¿Sabes cuántas resacas y trasnochos ha sobrevivido? ¿Eres consciente de todo lo que tu cuerpo hace por ti?
  • Desconéctate de la comparación: Las redes sociales pueden ser un lugar peligroso cuando se trata de comparar nuestros cuerpos y rutinas de ejercicio con los de los demás. Empieza a seguir cuentas que promuevan una buena relación con el ejercicio, y que además te muestren diferentes tipos de cuerpos (y de movimientos).

En fin, que hacer las paces con el ejercicio no se trata solo de encontrar la rutina “perfecta” o alcanzar ciertos objetivos.

Se trata más bien de cultivar una relación compasiva y amorosa con nuestro cuerpo, honrar sus necesidades y celebrar su capacidad única. Al adoptar un enfoque más gentil y respetuoso hacia el ejercicio, podemos encontrar una mayor satisfacción en nuestro viaje hacia el bienestar.

Headshot of Victoria Lozada

Victoria Lozada es experta en nutrición inclusiva, conducta alimentaria y salud para todas las tallas. En sus redes sociales, con más de 300mil seguidores, la puedes encontrar hablando sobre cómo las mujeres vivimos a dieta, violencia estética, complejo de belleza y nutrición fuera de cultura de dieta.

Le apasiona escribir, por eso tiene 4 libros. El último se llama "Come sin hacer dieta", que abarca varias de sus pasiones: la nutrición y salud integrativas, la divulgación, y la liberación corporal de las mujeres.

Tiene un podcast que se llama "Esto es nutrición" donde habla de trastornos alimentarios, dietas de moda, estilo de vida saludable con ciencia, y donde además, derriba muchos mitos de la nutrición. 

Victoria estudió Nutrición y Dietética en la Universidad Central de Venezuela, y tiene un máster en Trastornos de la Conducta Alimentaria de la Universidad Europea de Madrid. Ha trabajado en clínicas de nutrición, hospitales, farmacias, y desde hace algunos años se dedica exclusivamente a la educación y divulgación, creando cursos, programas y sus libros.