Linda Evangelista era una de las modelos más icónicas de los 90. Sin embargo, al poco tiempo decidió desaparecer de los medios y de cualquier evento o acto público de manera repentina. Nadie sabía nada de la canadiense. Hasta que en septiembre de 2021 decidió hacer pública la razón de su inesperada ausencia con unas arrebatadoras declaraciones que sorprendieron a la sociedad: "Me han dejado tal y como me han descrito los medios, irreconocible", lamentaba la estrella.

Para explicar un poco el contexto, hace unos meses Linda Evangelista compartía a través de su perfil de Instagram una publicación en la que explicaba que, tras someterse a un procedimiento quirúrgico para perder grasa (el popular ‘Cool Sculpting’), desarrolló una patología llamada hiperplasia adiposa paradójica. Un inusual efecto secundario que aumenta el tamaño de las células tratadas consiguiendo así el resultado contrario al esperado.

En ese mismo post aseguraba haber demandado a la empresa cosmética Zeltiq Aesthetics In por valor de 50 millones de dólares y querer hacer pública su experiencia en redes para, poder así, deshacerse de su vergüenza. Sin embargo, ahora, ha dado un paso más y ha querido contar en detalle todo por lo que ha pasado este tiempo.

"No he terminado de contar mi historia y seguiré compartiendo mi experiencia para librarme de la vergüenza, aprender a amarme de nuevo y a ayudar a otros en el proceso", declaraba la súper modelo en su perfil de Instagram con una fotografía de la entrevista exclusiva que le ha concedido a la revista People.

En ella, Linda ha aprovechado para sincerarse con la sociedad sobre el tratamiento que se hizo: "me encantaba estar en la pasarela. Ahora temo encontrarme con alguien que conozco". "Ya no puedo vivir así, escondido y avergonzado. Simplemente no podría vivir más con este dolor. Estoy dispuesto a hablar finalmente".

La modelo explicaba que, a los tres meses de su tratamiento, empezó a notar como las zonas tratadas (papada, muslos, costado y la zona superior del sujetador) empezaban a coger volumen, a endurecerse y, por último, a entumecerse. Esto provocó que en 2016, acudiera a un médico que llegó a la conclusión de que padecía un efecto adverso, que afecta a menos del 1% de los pacientes, y que no tiene solución.

La compañía le ofrecía a Evangelista pagar una liposucción siempre y cuando firmara un acuerdo de confidencialidad. Cosa a la que se negó y terminó con realizarse con su propio dinero en hasta dos ocasiones distintas. Algo que fue en vano, ya que a los pocos meses volvía a tener el mismo problema. "No mejoró ni un poco. Los bultos son protuberancias duras y al caminar con un vestido, si no me pongo protección, me llega a sangrar la otra pierna del roce. No es como grasa suave, sino que está dura", aseguraba la modelo.

Compartiendo su historia, Linda Evangelista trata de recuperar su confianza y sentido de sí misma, ya que -como comenta- no se siente reflejada cuando se mira en el espejo. Por ello, ahora está tratando de concienciar a la población sobre este tipo de tratamientos y ayudar a la gente que se vea en una situación similar.